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El cosplay es algo muy conocido entre los otakus y/o frikis que se precien y algo practicado por pocos (o al menos lo que yo he visto), pero los pocos que hacen cosplay pueden enorgullecerse de ser otakus y frikis de corazón al no tener vergüenza ajena demostrar ser fans de una serie hasta el punto de hacer el ridículo disfrazarse de sus personajes favoritos.
La palabra cosplay es una abreviatura de Costume Player, que consiste en recrear a un personaje de anime, manga o videojuego famoso disfrazándose de él y conservando hasta el más mínimo detalle.En pocas palabras es cuando un friki subnormal se disfraza de su personaje favorito. Por lo general los otakus de nivel bajo se asombran de que otakus de más nivel se disfracen, pero estos otakus de nivel superior está orgullosos de su condición ante la calaña los de menor nivel.
La mayoría suelen dejar a la gente asombrada porque son una cagada no son veraces (Ej: Un L gordo), pero otros cosplay pueden llegar a ser realmente buenos y dejar a la mayoría de los otakus de nivel bajo como unos pasmarotes o incluso se te acercarán para pedirte un autógrafo.
Los cosplay más abundantes son los de personajes de manga o anime, pero en japón también se calzan un harapiento traje de karateka para ir de Ryu a ver si se trajinan a una Chun-Li o si se ahostian con un Byson por el camino. Y no solo de Street Fighter, también de KOF, Tekken o incluso del villano de videojuegos más malvado y rastrero que ha existido: Mario.
El cosplay se originó ya hace mucho, en el 15 A.T. (antes de Torrente). Fue ahí cuando los japos cansados de ver colegialas que enseñaban las bragas por cualquier cosa decidieron que les ponía más Sailor Moon, Haruhi Suzumiya, o cualquiera de las chavalas de anime a cualquiera de las tipas que había antes. Fue aquí donde un pionero conocido por su cosplay de Seiya creó este nuevo movimiento que fue una nueva religión.
Los Cosplayeros, conocidos comunmente, al disfrazarse adquieren los poderes divinos del personaje al cual representan solo si lo imitan a la perfección y se comportan como él sin importarles lo que digan otros otakus de nivel más bajo o imbéciles miserables y rastreros no frikis que lo vean, así que no te extrañe algún día ver a algún tipo disfrazado de Kakashi haciéndo un Chichidori a un tipo por no invitarle a comer ramen o alguna chica disfrazada de Misa hablando con su shinigami al cual no puedes ver ni oír.
Por lo general cabe decir que dependiendo de si el otaku es masculino o femenino (o a veces no hay distinción ni verguenza) irá cosplayeado de un personaje distinto, pero siempre seguirán un patrón determinado:
Los otakus por lo general tienden a dividirse en dos corrientes religiosas totalmente opuestas: Los Narutards y los Blicheros. Los Narutards irán casi siempre de Naruto o de Sasukemo, con raras excepciones en las que pueden currarse el disfraz e ir de Itachi, Hidan, Deidara o Jiraiya y en raras excepciones de Mierdashi o Rock Lee.
Los Blicheros en cambio siempre irán en un grupo en el que habrá al menos un Ulquihorra u otro personaje.
Después están el resto, los cuales no se encuentran agrupados en las clases anteriores que suponen un 70% de los cosplayers masculinos. Este 30% de los cosplayers restantes se basan en otros personajes de anime como L, Rurouni Kenshin, Inuyasha o incluso Miroku para calzarse un disfraz que puede estar medianamente currado (el de L es de lo más sosainas) y creerse que pueden encontrar al asesino de la katana en medio del Conanime o derrotar en un combate de Kendo al campeón de japón, algo de lo que solo son capaces los cosplayers de verdad.
Un escaso porcentaje del grupo antes mentado tiene el valor suficiente como para ir de personajes de videojuegos como Ryu, Mario, Luigi, Iori Yagami o Shingo Yabuki, causando una impresión mayor entre los otakus que se puedan encontrar en el Conanime. Este movimiento fue considerado como una herejía, pero la fe otaku ha reconocido a estos valientes y Kamisama los perdonó aceptándolos de nuevo en su rebaño de creyentes.
Las chicas que hacen cosplay por lo general siguen la fórmula contraria a los masculinos (como siempre, ellas van a su bola) y los grupos polarizados representan el 15% de las cosplayers. Estas irán de personajes de Naruto como Sakura, Tenten o raras veces, Hinata. En cuanto a las Blicheras, por lo general van de Rukia debido a que no tienen suficientes tetas para ir de Orihime o Matsumoto es bastante fácil agenciarse un look de sosainas y tabla de planchar Rukia.
Las demás cosplayers que van a su bola por lo general se ven influenciadas por montones de mierda shojos pastelosos creados por la organización criminal llamada CLAMP, y se disfrazan de personajes de estas series como Sakura, Chii, Yuzuki o otras féminas de las series. Esta categoría engloba por desgracia al 53% de las féminas cosplayers.
El porcentaje restante engloba a las que no tienen una serie específica, pero abundan excesivamente las goti-lolis que van de Misa Amane, algo que muchos otakus consideran como algo ilegal. Por lo demás, se pueden encontrar personajes variados como Lucy/Nyu, Bulma, Sailor Moon o Kagome.
Algunas cosplayers (grupos que representan una parte increíblemente pequeña) hacen como los escasos valientes masculinos y se cosplayean de personajes de videojuegos como Mai Shiranui.
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