De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
De la serie tribus urbanas del mundo: | |||
Hortera | |||
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Hábitat | Cualquier sitio | ||
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Inteligencia | Media para alta | ||
Frase favorita | Yo no soy hortera | ||
¿Peligroso? | Que va... | ||
Obsesión | Ponerse cualquier complemento que encuentre | ||
Notas | No seas uno de ellos, por Diox |
Dícese del artículo sea animado o inanimado que experimenta un cambio de cualquier tipo (sea intelectual o físico) que conlleva una despreciable sensación de rechazo por parte de terceros, llevando a ese artículo a creer lo contrario.
El hortera en cuestión gusta de demostrar su maestría en el arte de sorprender desagradable e irrisoriamente al resto de la humanidad - y mundo animal- en diferentes campos:
El Hortera no nace: se hace. En ocasiones, influenciado por otros horteras (hortera por contagio) o bien siendo un hortera espontáneo sui generis (hortera con pedigree). En la vestimenta gusta de acoplarse todos los complementos que encuentra en tiendas de todo a cien y los adornos navideños en época de rebajas. No tiene límite ni de calidad, ni de cantidad: si no coordinan con ninguna de las prendas de su ya de por sí estrafalario vestuario, no van acordes con su edad, son de temporadas pasadas o se llevaron hace siglos, ten por seguro que las tiendas los tienen en exclusiva porque saben que habrá un idiota que los luzca. Normalmente el hortera se lleva muy bien con las modas: tanto que se pondrá todas las falsificaciones que encuentre a su alcance aunque canten más que Pavarotti (en paz descanse) en las Cuevas del Sado (Adides, Revok, etc). El pelo del hortera se reconoce enseguida por no ir acorde con la ropa de la tribu urbana que ese día le haya dado por estropear (pelo largo por la cintura yendo de rapero, heavy con peinado cenicero, de traje con cresta de colores, rapado y vestido de hippie... ). Las mujeres gustan de llevar todo tipo de adornos en el pelo siempre que: a) lleven purpurina o colores imposibles b) sean aptos para niñas de 3 a 10 años c) sean lo más diferente posible a los colores de su atuendo
Las botas del horteras NUNCA deben coincidir con el color del bolso, de la ropa o de la temporada. Llevar botas altas de piel de serpiente en verano conjuntado con minifalda de cuero es su mayor logro. También los tacones con pantalón de chándal o con mallas.
Utiliza expresiones que en su momento -hace 3 y más años- estuvieron de moda: hablar como Chiquito de la Calzada, por ejemplo. Ligar con frases que parecen sacadas de la primera película de Pajares y Esteso también suele identificar al hortera. El hortera siempre habla con una mezcla de pijo y cuarentón desesperado en busca de hembra que le aguante.
El hortera SIEMPRE BRILLA: siempre lleva algún complemento que destaque en la oscuridad... hasta señuelos luminosos de pesca con el peligro que ello conlleva para metérselos en la boca.
El hortera no tiene ningún tipo de capacidad de discernimiento entre el buen gusto y la aberración. Cualquier parecido con el buen gusto es pura coincidencia. Imposibilidad de rehabilitación. A veces se considera hortera a alguien que parece que lo han metido en una cámara aislada durante X tiempo y ahora sale con comportamientos pasados, ese es otro tipo de horterismo. También son imposibles de rehabilitar.
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