Novela caballeresca

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De la serie Literatura para todos:
Novela caballeresca
Caballero francés.jpg
Todos los caballeros son franceses, como este guapetón
Creador Disputado entre William Shakespeare y Guillermo de Berguedá
Época Tiempos del Age of Empires II
Estilo Bajo-Alto medieval
Idiomas usados Lingua franca de la época, o sea lengua de Oc
Estructura Cantares, estrofas o versículos
Dificultad Muy elevada
Notas "Dios salve a Amadís de Gaula de las hogueras nazis"


La novela caballeresca es un género medieval de literatura violenta y de contenido altamente sexual muy apreciado desde el siglo XII en las cortes de Aquitania, París y Milán, donde los caballeros las llevaban bajo el brazo para leerlas y para azotar a los curas que trataban siempre de prohibir la diversión y las justas. Este género fue cobardemente atacado por el infame hereje Miguel de Cervantes en su bulo de baja calidad "El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha".

Contenido

Origen

Genitivo Sajón fue la inspiración de Guillermo de Berguedá para su obra, y no recibió ni un sólo florín por ello.

La novela caballeresca nació en 1099, cuando el Sumo Pontífice de Roma mandó a sus fieles a Jerusalén. De las hazañas extraídas de la Primera Cruzada, el trovador Guillermo de Bergedá (también llamado Güllermo el cabrón) hizo una historieta ridícula donde narraba las patéticas aventuras del caballero Genitivo Sajón. Guillermo fue asesinado por un asesino inglés llamado William Shakespeare, que actuaba en Picadilly Circus y en London Bridge a las órdenes del noble francés Godfrey de Anjou, condotiero de Florencia. El perverso condotiero asesinó a su vez a Shakespeare y le robó los manuscritos. Tras la primera cruzada, Godfrey andaba escaso de florines, ya que había sido tan estúpido para creer que iba a sacar algo de Tierra Santa y había regalado gratis su dinero al obispo de Angers, que ostentaba el título del "Hombre más gordo del mundo".

El vil noble francés trató de sacar provecho del librito y viajó a la corte de Inglaterra en Normandía (sí, no es coña, la corte inglesa estaba en Francia). Se presentó ante el rey inglés, Guillermo el Rojo, para venderle los derechos de copia a mano por parte de curas sin nada que hacer del libro. El Rojo accedió y se hizo con el libro. Sabemos que tras haber leído la historia de Genitivo Sajón, el rey murió de un empacho de literatura. Tras la debida venganza por parte de sicarios genoveses totalmente sobrios contra Godfrey, el libro llegó a manos de un tal Perico de los Palotes, caballero teutónico de Ratisbona, el único de su país que sabía leer.

Debido a la persecución por parte de la Santa Inquisición de todo tipo de cómic, libro o DVD profano, Perico se vio obligado a esconder la preciada obra en sus calzones malolientes hasta que se escondió en tierras borgoñonas. Le gustó la historia, así que la copió sin más, modificando algunos detalles; añadió varias cosillas:

A partir de esos cambios, el trovador "Cretino de Troyes" se sacó un as de la manga y escribió el Cíclo Artúrico; una birria en comparación con la historia de Genitivo Sajón. Pero las bases estaban sentadas, ahora sólo faltaban trovadores gays que escribiera más novelas, monjes vagos que las copiaran, y reyezuelos que tuvieran tiempo para leérselas y ponerse en el lugar del caballero que montaba damiselas y ágiles corceles.

Historia

Tras el vil plagio de "Las gloriosas hazañas de Genitivo Sajón" por parte de Cretino de Troyes, el conde de Normandía, Esteban I, ordenó a sus esbirros la escritura de cien novelas de caballerías para contaminar las mentes de caballeros, condes y nobles y evitar así que se rebelasen. El plan funcionó, pero se olvidó de hacer llegar una de esas novelas al rey de Francia, quien le dio mucho por el culo. Con Esteban I en el cadalso, lanzó el rey de Francia una arenga: "¡Repartid novelas en la Santa Sede, en Inglaterra y el Sacro Imperio". Así se hizo, y el Sacro Imperio dejó de dar tortas a los franceses para dárselas a los polacos. La Santa Sede se volvió un nido inmundo de lacayos del rey de Francia e Inglaterra se afeminó por un siglo. En esa época se escribiron "La gesta del caballero Paco I" y "La muerte de Bin Laden".

Sucedió que por 1327, en Inglaterra, se acabó el efecto de las novelas de caballerías, y los caballeros feudales ingleses asesinaron a la población de Angers, París, Caen, Reims y otras ciudades francesas, metiendo al rey gabacho en un saco de patatas y lanzándolo al canal de la mancha, donde fue presa de los asquerosos bacalaos. Hubo cierta inactividad novelesca hasta 1453, año en que, según el Medieval II Total War, los turcos malos toman Constantinopla (no se sabe como, porque los mongoles malos se los cepillan antes). Entonces resurgieron mil trovadores para volver a tocar los cojones. No fue hasta 1605, con el tirano inquisidor Miguel de Cervantes, que se prohibió la novela caballeresca, provocando suicidios por doquier en Francia, Inglaterra y Brujas.

Características

Momento típico de una novela caballeresca donde el caballero andante, con la excusa de su nombramiento como noble trovador más guay del feudo, trata de descubrir que hay dejado de la falda de la princesa.

La novela caballeresca es un bulo animoso que ensalza las hazañas inventadas de caballeros andantes que en vez de estar matando turcos sarracenos en las cruzadas, se dedicaban a dejar un rastro de bastardos allá donde iban. Solían aparecer personajes históricos reales. Los más usados son el rey de Francia y el caudillo moro de la época. Las historias siempre minimizan el impacto de los hechos, por ello, cuando se dice que el protagonista "partió en dos a un sarraceno", en realidad dice que lo pasó por el pasa-puré.

Sumando las portaciones de Perico de los Palotes a la obra de Guillermo de Berguedá, se extraen unas cuantas conclusiones, que son estas:

Personajes

Como en todo libro, en una novela caballeresca, hay unos señores y señoras a los que les suceden un montón de desgracias inventadas a conciencia por el malvado autor, que trata de fastidiar a los personajes con todo tipo de trampas y enemigos. Que todo va bien, pues meten a un hereje o a un pagano con mil soldados malos. Que todo va mal, entonces sale de pronto el ejército del amigo del rey que nadie conocía y que nadie esperaba. Hay dos formas de clasificar los personajes: Buenos y malos, o, Mueren y no mueren:

Buenos

Ejemplo de caballero protagonista que siempre gana.

Ganan siempre aunque las matemáticas y la lógica científica apuntaban a que serían masacrados, pero se olvidan de que gana el que Dios quiere que gane. Hay varios de este tipo:

Malos

Archiconocido ejemplo de villano, llamado Reinaldo de Chatillón Bush.

Son los pobres hombres a los que les toca la dura carga de sufrir las palizas, insultos y malas ideas de los protagonistas buenos. El autor de la obra los mete básicamente para que reciban caña. Hay varios tipos. Suelen acabar todos muertos y colgados de la ramas de un árbol o descuartizados en el campo de batalla, según su rango.

De bulto

Hay personajes que no pintan nada en la historia y que sólo están allí para cagarla y ensalzar así al caballero y/o trovador. Los hay de todo tipo.

Algunas obras destacadas

Debido al escaso número de personas que sabían escribir en la Edad Media (dos curas con mucho tiempo libre), no hay más que seiscientas doce novelas caballerescas, pero no todas han ganado el Premio de las letras francas. Las más famosillas y vendidas por cinco o seis florines son estas:

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