Sacacorchos

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Sacacorchos de alas

Botella de vino con tapón de corcho (eh, que también los hay de silicona, como los globitos)

El sacacorchos es un operador técnico consistente en una espiral metálica con un mango o una palanca que se inventó para poder quitar los tapones de corcho a los frascos (¡Carrascos!) y botellas de vino y jarabes embotellados. Los sacacorchos se fabrican en materiales tan diversos como plástico, metal o madera pero la espiral siempre es de acero (nos ha jodío, si fuera de plastico no furularia...). Es un instrumento muy popular y está prácticamente en todos los hogares.

Tipos

Existen diferentes tipos de sacacorchos:

De botella, el más habitual que a su vez adopta diferentes formas (puede ser saiyan, supersaiyan, pokemonizarse...).
- Plegable, propio de hostelería ya que se puede llevar en el bolsillo.
- De alas que se levantan al introducir la barrena facilitando así la extracción al hacer palanca. Es muy común en el ámbito doméstico y en paracaidistas.
De pared, adosado a la pared y que se acciona por sistema de palanca, para que no se caiga.
De láminas, consistente en dos láminas metálicas que se introducen en los laterales del cuello de la botella extrayendo de esta forma el corcho intacto. Esto es muy útil si no sabes como perder el tiempo, ya que la gran mayoría de los casos no se sabe cómo carajo se mete el puñetero sacacorchos. Y como te descuides... plop! Corcho adentro.
De rayo de fotones, que desintegra el corcho y, a veces, el planeta y todo. Se tuvo que prohibir durante la revolución Ésa del 2069 por ser usado para apoyar las patas de los obuses para que no se tambalearan.

Por la forma de extracción del corcho, se pueden distinguir:

De un impulso (taca! plop!)
De dos impulsos (tacataca! plop!)
De palanca (ñieeeec, plop!)
De extracción continua (arfs, arfs, arfs, arfs... plop!)

Algunos consejos

Dos sacacorchos

Para sacar el tapón limpiamente debemos introducir el sacacorchos verticalmente y sin llegar al final para evitar que se desprendan fragmentos., así, sin despeinarte, que a ver cómo te sienta el vino con tropezones.
Los expertos en vino defienden la postura de que lo que se debe girar es la muñeca y no la botella, ya que resulta mucho más estético, y así no mareas a los duendecillos que viven dentro de la botella. Pero hay quien opina que no supone ningún problema girar la botella si no tiene depósitos en el fondo (la mayoría de los casos) y que favorece que la espiral se introduzca verticalmente. También puedes arrancar el cuello de la botella de un bocao.
Se estima que un buen sacacorchos tiene que tener un paso largo en la espiral y los bordes poco afilados para facilitar la extracción, ya que si no, te ciscas el corcho, el cuello, la mano y si te descuidas al ciego de la ONCE que hay en la esquina.
Del mismo modo, su punta no debe ser aguda para evitar desmigar el corcho (a ver qué carajo haces con una copa de vino con mierdecillas de corcho por ahí flotando, campeón).
No se debe utilizar el sacacorchos como método para evitar el estreñimiento salvo en casos excepcionales en los que el nivel de la hez llegue a tal punto que la comida no pase del esófago.