De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
SPOILERS. |
De la serie anatomía para todos: | |||
Horrocrux | |||
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Nombre científico | Tengo n vidas + 1 | ||
Localización | Detrás de ti hay varios | ||
Función principal | Volver inmortales a grandes villanos como Sauron | ||
Función secundaria | Hacer que Harry Potter destruya cosas al azar por si da con uno | ||
Aspecto general | Cualquier cosa | ||
Número habitual | Entre 0 y 7, pero la mayoría de la gente tiene i +- 2 | ||
Vital / no vital | Cuantos más, más vida, eso está claro | ||
Nivel de frikismo | Tropecientos (sirven para conquistar el mundo con seguridad) | ||
Ejemplo de poseedor | Fraga |
Los Horrocruxes son armas del mal con las que grandes malvados como dios pueden cometer atrocidades tranquilamente, sabiendo que en caso de que resulten asesinados no van a morir porque el Horrocrux guarda parte de sus almas en él.
La elaboración de Horrocruxes es algo bastante sencillo: solo necesitas un lanzallamas, algo de Uranio enriquecido, un lanzacohetes RPG, y algo con lo que puedas matar al alguien. Además, de modo opcional, puedes llevar contigo el objeto que quieras que pase a ser un Horrocrux tuyo.
Con todo tu equipo preparado, ya estás listo para comenzar: el primer caso, es encontrar un ser vivo, ya sea tu madre, tu pareja o la primera persona que pase por la calle; el segundo, bastante más sencillo, mata a tu objetivo del modo que consideres oportuno y después pronuncia el conjuro que creará el Horrocrux.
Como la pronunciación de este conjuro no está registrada en el Saber Frikipédico, en ese apartado tendrás que improvisar y probar suerte. En caso de que aciertes (Intenta no caer en manos de ningún sádico, pues un inmortal es su mayor fantasía), ya tienes tu propio Horrocrux. En caso contrario, deberás repetir el proceso, aunque en esta ocasión tal vez te persiga la policía y te arrepientas de no haber acertado a la primera. Eso si, mientras eres perseguido tendrás una gran cantidas de ocasiones de volver a intentar crear tu Horrocrux.
Cuando alguien consigue superar los dos apartados anteriores, su alma se fragmenta de la alegria de haber matado por la atrocidad que acaba de cometer, y la parte fragmentada se refugia en algún ser, vivo o inerte. Las historias populares dicen que si se tiene una idea fija de qué debe portar el alma ahí se refugiará, pero en caso contrario el refugio se selecciona a través del siguiente sistema de ecuaciones:
En caso de que el autor del Horrocrux no seleccione por si mismo el destino de su alma, en principio no sabrá a dónde va a parar, y la desgraciada podrá acabar en seres como Magikarp o incluso este otro.
Una vez que el Horrocrux está hecho, en primer lugar te llena de orgullo y satisfacción, y después te permite vivir con más tranquilidad que antes (sobre todo si mataste a alguien que se lo merecía). Así que... ¡Llega el momento de hacer puenting y todas las cosas que nunca te atreviste a hacer por el temor a matarte! Con tu propio Horrocrux el morir se va a acabar.
La única pequeñita pega es que, de un modo similar al Death Note, el momento en el que mueras de verdad (si es que lo haces), tu eternidad está condenada, porque tu alma está fragmentada y no puede viajar en paz. ¿Pero a quién le importa eso sabiendo que ni siquiera tienes por qué morir?
Si uno dispone de la suficiente habilidad, puede hacer que su Horrocrux herede algunas de sus capacidades, y que actúe como un ser independiente. Por ejemplo, puedes enviar a tu Horrocrux a comprar el periódico, a declarar a Hacienda, y firmar multas de la Innombrable con su nombre.
En caso de que el alma esté muy acostumbrada a fragmentarse y hacer Horrocrux, puede darse el caso de que en una de tus jornadas de asesinatos ella fabrique uno por sí misma, sin avisar, de modo que cuanto más fragmentada esté tu alma, más se fragmentará ella sola, ¡y la cantidad de asesinatos crecerá de forma exponencial! :)
Se estima que hay en torno a infinitas formas distintas de destrozar un Horrocrux, de las cuales solo unas pocas son conocidas, a la vez que difícilmente realizables. Motivo por el cual, a día de hoy, y mientras la |Innombrable no te cobre por usar objetos para hacer copias ilegales de tu alma, solo están confirmados tres, a saber:
Si algún día os encontráis con un Basilisco recordad: más oportuno que huir es intentar sacarle algo de veneno, pues penetrar con él los Horrocruxes supone una destrucción instantánea de los mismos. (Penetrarlos con algún objeto punzante) (Metálico) (Dios, no, no me refiero a eso).
Es un fuego demoniaco que, si le cuadra, puede tomar vida y destrozar cosas a lo grande, como todo ente ameno. Solo se sabe de su existencia en el Monte del Destino, y en teoria se puede engendrar con la ayuda de una varita mágica.
En caso de que el Horrocrux sea un ser vivo, matarle será suficiente. Por este motivo no es recomendable usar Pikachus o cualquier otro animal potencialmente destruible como Horrocruxes. Si bien éstos son los más fáciles de destruir, también son los más difíciles de detectar como tales, y entre otras cosas, adquieren telepatía con el individuo cuya alma portan, volviéndose además tan inmortales como éste. Ser un Horrocrux otorga la inmortalidad genética.
Si bien está claro cómo fabricar tus propios Horrocruxes y cómo acabar con ellos, nadie ha confirmado si hay algún tipo de restricción en los objetos que se puedan usar como tal. Es obvio que tiene que haber algún tipo de norma, o de lo contrario alguien haría un Horrocrux de si mismo con Todo el mundo, o, en el extremo opuesto, lo podría hacer con un neutrino taónico, que es una micropartícula que solo reacciona ante potentes campos gravitatorios y, por tanto, tan difícil de encontrar como de destruir.
En La Tierra Media, cuando el Señor Oscuro Sauron planeaba conquistar el mundo como todo buen friki, opinó que sería conveniente beneficiarse de un Horrocrux, así que, tras realizar un espectáculo de gladiadores orcos, invitó al ganador a pasearse con él por el Monte del Destino. Una vez allí, le dijo que él tendría el honor de ayudarle a ser inmortal, y estando el orco al borde del éxtasis, Sauron le cortó la cabeza, pronunciando el conjuro. Su alma quedó así fragmentada, y se refugió en el anillo que él llevaba puesto para la ocasión.
Después de eso le destruyeron, pero como el anillo le mantenía con vida, pudo reencarnarse en una de las siguientes 3 cosas: un bebé deforme, un Psyduck, y un Gran Ojo, y él escogió la última opción, pensando que en cuanto recuperase su Horrocrux volvería a ser normal.
No obstante, el muy desgraciado acabó pasándose 1000 años sin dormir por no encontrarlo (no podía cerrar el ojo), hasta el punto de que al final se alegró cuando, de repente, se enteró de que lo habían destruido en sus propias narices, con el Fryendfire del Monte del Destino.
El gran Sephirot, mientras descubría cosas sobre su pasado en Nibelheim y planeaba acabar con Shinra él solo, también consideró oportuno beneficiarse de algún Horrocrux, y puesto a ello decidió que iría muy lejos, y que fabricaría un Horrocrux por cada asesinato que realizase. Como no había ningún objeto que le llamase la atención, creaba entes esponjosos antes de cada crimen para que portasen su alma. Ni siquiera se molestó en dotarles de cualidades extra, pues ya solo el gran nñumero de Horrocruxes que tenía le daba confianza. Así pues, estos seres solo eran capaces de decir "Sephirot...", "Unión...", y tonterías por el estilo. Tuvo el detalle de marcar a cada uno con un número.
Nuestro héroe ya comenzó haciendo Horrocruxes a lo grande, pues como le daba pereza tener solo unos pocos, comenzó estallando todo Nibelheim en llamas, acción de la que se benefició con no menos de treinta Horrocruxes directos.
Tras este acto fue a rescatar a su madre Jénova de la prisión en el Monte Nibel, y como ya estaba muerta, pero él la necesitaba para sus más oscuras fantasías (sentía atracción por si mismo), decidió hacer de ella su esclava sexual Horrocrux predilecto, y para ello mató al padre de Tifa.
Años después, sin meditarlo mucho mató a la joven Aeris jugando un poco con ella, y como no beneficiarse de ello era un desperdicio, usó a su antagonista, Cloud, como Horrocrux. Ésto le ha proporcionado años de diversión, pues Cloud le persigue a todas partes intentando acabar con él, sin saber que es necesario que se sacrifique a sí mismo para que Sephirot muera. Hasta la fecha, se sabe de dos ocasiones en las que Cloud consiguió exterminar a Sephirot, pero siempre vuelve debido a su infinidad de Horrocruxes. No obstante, parece ser que ya se ha confiado en su inmortalidad, pues en sus últimas aventuras no causa ninguna baja.
Finalmente, su gran cometido fue usar la Corriente Vital del planeta como Horrocrux, aunque no se sabe a cuanta gente tuvo que matar para ser capaz, o si le llegó con un único crimen. Desde que lo consiguió, al planeta se le escuchaba llorar (no debía de gustarle ser un Horrocrux), y como Sephirot no quería que su alma la salvaguardasen lloricas, decidió destruir toda Gea atrayendo un gran meteorito sobre ella. Al final la Corriente Vital, su propio Horrocrux, le paralizó en esta tentativa, con la que demostró que le gustaba destruir cosas por placer.
Pese a que él no hizo los más importantes, es gracias a él por lo que sabemos de su existencia, y desde entonces vemos Horrocruxes por todas partes. Él es un claro ejemplo de cómo no se deben elegir los Horrocruxes si de verdad uno se toma en serio el ser inmortal.
Cuando estudió en Hogwarts descubrió que hablando la lengua pársel, la de las serpientes, podía abrir la Cámara Secreta y soltar un Basilisco por Hogwarts para que matase a todos los asquerosos Sangre Sucia hijos de gente no mágica.
Emocionado por su descubrimiento sobre cómo matar gente de un modo tan indirecto, opinó que era un desperdicio que con su marcha del colegio dejase de morir gente, por lo que decidió que una parte de si mismo siempre pudiese estar allí para liberarlo, y fabricó un Horrocrux (se supone que matando a su padre), para refugiar su alma en su propio diario, que adquirió el podeer de poseer a sus lectores y obligarles a abrir la Cámara Secreta. Era necesario que siguiese siendo él el único que pudiese abrirla, pues el Basilisco fue su primer esclavo sexual amigo y no quería compartirlo. Su Horrocrux, conciente de ésto, desmemorizaba a sus víctimas.
Utilizar parte de tu alma de este modo es jugartela demasiado, y lo era mucho más teniendo en cuenta las altas probabilidades de que el alumno que diese con su libro lo usase para la Hoguera Fryendfire a final de curso.
Fue destruido por Harry Potter con un colmillo de Basilisco
Su mayor error. Este anillo perteneció a su familia materna, y mucho antes de eso a los hermanos Peverell, diseñadores de Las Reliquias de la Muerte. Y concretamente este anillo llevaba incrustada una piedra capaz de revivir a los muertos. Él, inconsciente, hizo su Horrocrux sobre la propia piedra tras matar a su abuelo paterno.
Albus Percival Wulfric Bryan Dumbledore, su principal enemigo, dio con el anillo buscando la Piedra de Resurrección (que buscaba Horrocruxes es mentira), y al irla a coger con tanta emoción se le pudrió la mano, pues el Horrocrux portaba una maldición. Enfadado, Dumbledore cortó el Horrocrux por la mitad con la Espada de Godric Gryffindor, impregnada de veneno de Basilisco.
Así, el Horrocrux fue destruido de un modo muy tonto, y El Que No Debe Ser Nombrado demostró que no tenía ni idea de elegir dónde colocar su alma.
Perteneció también a su familia materna, y concretamente a su madre. Este guardapelo era la prueba de que descendía del cofundador de Hogwarts Slytherin. Elegir dos Horrocruxes procedentes del mismo sitio es un tanto arriesgado.
Sin embargo, éste fue el que mejor escondió, pues se fue a una cueva maritima en la costa, diseñó un pasadizo al que solo se podía acceder depositando sangre en la entrada, ubicó un lago en una gran sala, puso una isleta en el medio, en ella una copa, en la copa una poción de efectos catastróficos, y debajo de la poción su Horrocrux. Después, para completar su trabajo, se aseguró de que el único modo de pasar de la poción fuese bebiéndosela, ubicó zombies a por el agua, que saltarían al ataque si alguien la tocaba, y soltó por allí una canoa que aparecería sólo si era convocada.
Cosas de la vida, al Horrocrux más escondido fue al que más gente llegó, hasta el punto de que un gracioso llegó, lo cogió, y dejo una réplica en su lugar para reirse del siguiente.
Cuando la parte de alma residente en él le confesó a Ron Weasley que Harry Potter y Hermione Granger se lo montaban a escondidas de él, éste se enfadó tanto que lo tajó a la mitad con la misma espada que Albus Percival Wulfric Bryan Dumbledore.
Una señora asquerosamente pija se la enseñó a nuestro villano cuando trabajaba de representante de una tienda de segunda mano. Le gustó tanto que decidió matar a su dueña y hacer un Horrocrux con la copa. La escondió en Gringotts, el segundo lugar más seguro del mundo mágico (y donde pese a ello a Harry Potter no se le ocurrió buscar allí hasta que se lo insinuó Bellatrix Lestrange, su enemiga).
Fue destruido por Hermione Granger al no tener cuidado con los colmillos de basilisco que recogió para jugar con Ron Weasley.
Después de usar objetos de otros dos cofundadores de Hogwarts, hasta alguien sin muchas luces como Harry Potter intuyó que el siguiente pertenecería a la casa de Ravenclaw.
Una vez más, en su alarde de ignorancia, escondió este Horrocrux en la Sala de los Menesteres de Hogwarts, lugar que creía que solo había encontrado él durante su estancia allí, pero que a la larga todos los alumnos de Hogwarts encuentran.
Fue destruido por Vincent Crabbe cuando jugaba por allí a quemar cosas con Fryendfire.
Es el Horrocrux más interesante, y por tanto el único que hizo sin querer.
Cuenta la leyenda, que en la noche del 31 de Julio de 1981 Voldemort fue a casa de los Potter a tomar unas copas cuando decidieron ir a ver al pequeño Harry Potter, aún en cuna, y darle una varita para ver que hacía con ella.
Harry, con su mente perversa, mató a su madre e hizo un Horrocrux usando a Quien-Vosotros-Sabéis, y después Quien-Vosotros-Sabéis mató al padre de Harry para hacer un Horrocrux con el "indefenso" bebé. Finalmente, se encontraron frente a frente, uno con seis Horrocruxes y el otro con uno.
Pero nuestro villano había destrozado tanto su alma que perdió todas sus energías en cuanto recibió la primera maldición asesina del pequeño Harry Potter. Y él, a diferencia de Sauron, decidió reencarnarse en un bebé deforme y darse al exilio.
Durante sus años de exilio se convirtió en su último juguete sexual Horrocrux, pues él quería dividir su alma en siete partes, lo que, según sus absurdas cuentas, correspondía a siete Horrocruxes (en realidad así su alma se fragmentó en ocho pedazos).
Nagini le sirvió fielmente como serpiente de ataque, amante y espía durante sus años de vida, y fue el último Horrocrux que se le destruyó cuando Neville Longbottom, ameno, encontró la Espada de Godric Gryffindor y dijo "¡Ey, una espada! ¡Y una serpiente! ¡Voy a cortarle la cabeza, a ver qué pasa!"
En 1998 Harry Potter y Quien-Vosotros-Sabéis tuvieron que verse la cara en dos duelos definitivos. ¿Qué puede haber más interesante que un duelo entre dos personas, siendo cada uno respecivamente el Horrocrux del otro?
El Que No Debe Ser Nombrado lanza una maldición asesina a Harry Potter, destruyendo su propio Horrocrux.
El Que No Debe Ser Nombrado lanza una maldición asesina a Harry Potter con la varita de éste, por lo que la varita, que elige a su amo, rebota y mata a Quien-Vosotros-Sabéis, ya sin Horrocruxes.
Sorprendentemente, Harry Potter es considerado un héroe sin hacer nada.
Dado que están por todas partes y adoptan cualquier forma, no hay nada en el mundo que, en principio, pueda no ser un Horrocrux. Hay gente que, obsesionada, dedicó su vida a buscar Horrocruxes. Atila, por ejemplo, fue un buscador de Horrocruxes, solo que un poco radical.
En general, hay unos patrones a seguir, que suelen ser bastante efectivos:
Harry Potter fue todo un profesional en la búsqueda de Horrocruxes, de hecho tan bueno que tardó 17 años en enterarse de que él era un Horrocrux de El Que No Debe Ser Nombrado, pues cuando se lo hizo de pequeño (convertirle en Horrocrux) él no se enteró.
En resumen, lo más eficaz es destrozar todo cuanto pueda ser sospechoso, sin atender a ninguno de los criterios antes mencionados. Eso si, no es suficiente con hacer explotar las cosas. Hay que recordar en todo momento los métodos arriba citados para la destrucción de Horrocruxes.
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