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«El trabajo dignifica»
~ Anónimo antes de ser asesinado lenta y dolorosamente por un esclavo (sinónimo de funcionario). Sin rencores, eso sí.
Se refiere al hecho de trabajar una persona o cacho-carne pensante, en una tarea que es jodidamente repetitiva y mala para la salud en general, y que es retribuida a final de mes en forma de euros en el caso de España, aunque en algunos casos no se retribuya ná[1]. En otros países se retribuye en forma de comida o en forma de tó-pal-dictador.
A lo que iba currar asquea a la mayoría, y es que desde tiempos inmemorios la gente hace lo que sea para no trabajar[2]. Aun se hace mas pesado el hecho de cobrar poco o menos aunque siempre puede uno decir que pa lo que hago no esta mal, siempre hay gente que haciendo mucho menos cobra más. Como por ejemplo Chubaca que no habla, no se afeita y encima grita con ganas de joder y malas maneras. Así que mentalízate: en todos los curros hay gente muy lista que cobra poco, y gente idiota que siempre cobra el triple o incluso es jefe, aunque ya entraremos en otro episodio del tema currar da asco pero es lo que hay.
Ya los egipcios llevaban mal el tema con eso de subir piedros de a tonelada sin faja ni fengüis cierto era que se dejaban las lumbares cosa mala. Según cuentan muchos después organizaban conciertos con el crujir de espaldas e incluso alguno moria para ahorrar en comida. Pero vamos al lío, los egipcios de a pie lo tenian mal, pero claro siempre hay un némesis para toda síntesis[3], y ese era el faraón, claro que si, porque él era dios. Como Maradona o El Fary hoy en día, solo que entonces todos jugaban a mover piedras cada vez más tochos aver quien moría antes, y le decía uno a otro hoy me he roto un pie, y el otro bueno yo el cráneo, todo transcurría entre risas, lapidaciones y alegría y siempre había un humorista que amenizaba la tarde con algún que otro chiste de piedras y pirámides.
Creaban dioses para que la gente se montara un mundo fantástico y de paso no pensara que su vida era una basura, porque sino tu me dirás de que hacían ese pepino de contrucción, que no es un adosao maxo que son tres millones de piedras como casas y sin grua ni hostias, o sea a pelo y sin guantes que si comias ya estabas pagao, porque encima no habia sueldo, que como no la hicieran alienígenas no se como coño, pero bueno a lo que iba entonces el faraón se ponía ciego de vino hebreo y tenía varias mozas para pasar los dias, y cepillárselas de paso. Equilibrándose asi la situación ya que mientras unos morian reventaos de currar y comian lo justo, otros se hinchaban a jinkar y a comer como cerdos y no daban palo al agua. Las cosas no han cambiado mucho desde entonces.
Hay dos tipos de jefes:
Hay que odiar a todos los jefes, pero al número dos mucho más, porque sea un puto pijo enfarlopao no, porque cobra más que tú no, o igual porque a el no lo van a tirar, ¿ no ?. La única razón por la que hay que odiarlo es porque tiene padrino, y lo que más jode es que el tio esta ahi no por sus virtudes que son nulas, sino porque el hijo la gran puta, es un webon como tú y está enchufao. Es asi de simple y es que la envidia hunde imperios, sino mirar Napoleón que era un genio, si, que era un gran estratega, si, pero se la metieron doblá, ¿quien? los rusos, porque los rusos son alimañas curtidas en el frío extremo y beben vodka para merendar. Y que buenas estan las rusas, rubias de ojos azules, morenas y con unas peras tirando a grandes.
Total, que el que la pasaba bien era el faraón y los que le rodeaban, que también puede decirse que eran los lameculos del faraón que se lo llevan muerto con lo cual compensa, hoy en día puede verse este tipo de relación en cualquier sitio adonde vas, adonde el jefe es como un dios al cual no se le habla, no se le pregunta y te da de comer, incluso vaselina a veces. En España el jefe te dice que te quedes y tú te quedas, como ocurrió antaño hasta que la jodida pirámide no está hecha aqui no se va ni dios, y es que los jefes son muy suyos. En Japón aún se les reverencia y es que alli si que saben de lamer, además lo hacen de forma profesional y sin despeinarse.
En todo sitio de curramiento dios o el jefe (son lo mismo) puso tías y tambien tias buenas. Estas amenizan la tarea al trabajador que no moja todo lo que debiera, pero poniendo una tía buena pues le levanta la moral, las tías son más baratas de mantener pero dan peores resultados a corto ya que empeoran con el tiempo más de lo que están. Muchas cumplen con su obligación de calentar al personal y se van a casa previo pago o no. Una famosa calientapollas fue Cleopatra que además era una diosa con lo cual entra en una categoria diferente de "tias buenas que encima son diosas y tienen berzas como hogazas de pan". Las tías y las tías buenas vienen a ser como un Seat Ibiza o un Corvette, que no tienen nada que ver.
Sin venir a cuento diré que a mayor calidad de berzas mayores posibilidades de ascenso y de subir en el coche del dios para irse a una disco pija, ya que en el cielo todo es Mecano, y la mayoría de la gente son periodistas del corazón, asi que no es muy recomendable, de hecho la mayoría sufren un paro cardiaco al ver el panorama y van al infierno de cabeza.
Se que muchos conoceréis este dicho popular, pero es que además es cierto, yo mismo lo he visto en mi suecas o cualquier sucedáneo teñido y con el higos más negro que el futuro de un albañíl. Es habitual oir cosas como a la rusa esa le meto los webos y hago una ensaladilla, o vaya sueca me la tiraba hasta ponerla del revés, todo esto sin malicia y con el ánimo de cepillársela a saco como un perro en celo contra el sofá.
Bueno, luego de leer toda esta obra maestra dirás, ¿cómo cojones lo puedo evitar?. Muy fácil hay dos maneras:
Uno de los primeros jefes de la historia, para empezar ya da miedo
Defensor del absentismo laboral
Jefe español cerrando un trato de noseke de unas licencias de obra
Tia buena amenizando el curro, se sabe enseguida por la curvatura de sus berzas
Tia amenizando el curro, pero mucho menos
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