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Mítico pueblo del país de Aragón, está medio perdido en la comarca del Jiloca, entre el mar de Gallocanta y la super autovía mudéjar. Está habitado por extraños seres con cabeza de pico (conocidos como picopaletos) originados por una nube radiactiva que escapó de la cooperativa hace cientos de años.
Cuentan los bagueneros, baguenienses o como se llamen, que hace 1000 años los heroicos aragoneses fundaron el pueblo en el monte conocido como el Muro. Hay pruebas de que Chuck Norris se echó la siesta aquí, después de crear el mundo, por lo que un monte lleva el nombre de "El Vago".
Hicieron un castillo como el de Loarre más o menos y vivieron tranquilamente hasta que los atacaron los españoles. Como es tradición, todo el pueblo echó a correr y dejaron al alcaide solo, y él ( que era un crack el tío), acabó quemado en el castillo. Para recordarlo, le pusieron su nombre a los vinos de la tierra. Dicen que hace 100 años vivían un millón o así de gente en el pueblo, pero se volvieron inteligentes y se fueron a Zaragoza.
En la actualidad, el sitio está habitado por 400 personas y 500 gatos, que están divididos entre los llamados bagueneros d´España y la gente inteligente que vota al partido que empieza por Ch y acaba en a. La gente se cree que vive en el siglo XIX, y en las tiendas puedes encontrar los típicos carretes de fotos, telégrafos y comida para los burros (el medio de transporte)Cuando se fundó, los cuatro gatos que la habitaban fueron al Gran Casa a escoger una religión (esta frase es en sentido figurado, porque todos sabemos que los gatos son muy devotos del dios Catchow o en su defecto del omnipotente Güiscas). Como no tenían dinero, cogieron la que estaba de oferta, que era la del dios Kali y para adorarlo se arrancaron el corazón unos a otros.
La siguiente oleada de pobladores atracó la gasolinera de Burbáguena, por lo que pudieron elegir entre otras más decentes. Para putearse entre ellos, escogieron todos religiones diferentes y para más inri (nunca mejor dicho, bueno aunque podría estar mejor dicho si lo pronuncias con entonación latina, eso depende de ti) se declararon una cruzada y acabaron a martillazos y palazos.
La tercera oleada, viendo lo que les pasó a los anteriores, decidieron ser Dios Pez pudo castigarlos como se merecían, exterminándolos y cambiándolos por eficientes picopaletos.
Evidentemente, ahora la religión oficial es el Pezdonismo, que hace a los baguenatos chapotear de felicidad.
Los bagueneros recogen cerezas para venderlas en las carretera a precio de ganga, o dárselas al corte Anglais. También hacen vinos mucho buenos conocidos en todas partes, hasta en Utebo. Lo último son las viviendas de lujo de la urbanización Arguilay, el único sitio con precios baratos. Los bagueneros odian toda clase de vida (incluida la humana), por lo que dedican su tiempo libre a pegar perdigonazos a pájaros, palos a perros, ahogar gatos, lapidar sapos... Cuando no se dedican a eso, se reúnen en las sectas llamadas bares, a emborracharse y empezar a discutir y gritarse, y acaban en la calle pegándose pedradas y sacando la escopeta. También es tradición tirar a la gente a los abrevaderos, al río y demás sitios con agua, pero sólo a partir de medianoche.
Tiene muchos lugares para visitar, como el bosque en ruinas de arguilay, el castillo en ruinas, la estación del AVE en ruinas...Para las fiestas se contratan cantantes de talla mundial, como los faraones y los alacranes de estilo heavy, que es lo que abunda en el pueblo. También hay sitio para el humor del estilo de José Luis Moreno en las revistas tradicionales. Las fiestas son organizadas por la Comisión de Fiestas, órgano que cambia anualmente de miembros, pero que comparten el mismo deseo: dominar el mundo empezando por Báguena. Para ello esclavizan a la gente con los bonos de fiestas, que te piden hasta para tomar un chocolate (por suerte a partir de las 2 de la mañana están medio borrachos y no te dicen nada). Se reúnen en las abandonadas escuelas para tramar sus malvados planes las noches de luna llena. Tienen agentes camuflados encargados de seguir y eliminar a la gente que escapa de su control bonal (existe esta palabra? en Báguena sí)
Báguena cuenta con dos casas rurales, ambas habitadas por fantasmas, y un albergue que hicieron para dar envidia a los de Anento (otro pueblo rival, como Burbáguena). Los turistas son recibidos al grito de Forasteros!!, y son espiados y seguidos en todo momento por los bagueneros.
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