De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
De la serie animales y otros bichejos: | ||
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Nombre común: | La Puta Trucha. | |
Nombre científico: | Trucháceus CalixtoMelibéusFarlFarl, Hermenegilda, Chapapote. | |
Especie: | De la peor, pero no tan mala malosa como Natasha Hendstrige. | |
Subespecie: | Mama, ¿porqué lloras, que no viene el papa? | |
Alimentación: | La sección de Los Pescaos congelados del Mercadona... ¡quiá! | |
Apariencia: | Arreglá pero informal. | |
Hábitat natural: | Variable, aunque los cestos de la ropa sucia les pirran... | |
Localización: | Global, como los Putos Funcionarios Mediocres | |
Número aproximado de ejemplares: | ¿Quién da la vez? | |
Fecha de extinción: | Cuando los Guns saquen el Chinese Democracy, oséase, va para largo. | |
Pokemonización: | Me lo expliquen... |
Animal acuático a jornada completa excepto el último domingo par de cada año bisiesto, en cuyo caso se convierte en un corredor de apuestas disléxico con problemas para encontrar un servicio público que no esté ocupado.
Pertenece a la rama animalaria de Los Pescaos, y toca el badajo en el grupo internacionalmente perseguido por la Interpol conocido como "Los Siete Pescados Capiteles", banda jevimetalera-situacionista-lamecartones cuyas líricas incluyen temas tan interesantes e imprescindibles para la vida moderna como: los postulados de la arquitectura renacentista tatuados en la próstata del abuelo de Heidi, los efectos colaterales de suministrar LSD a la rana psicótica de los Kellog´s, o cómo comportarse educadamente en la mesa (sobretodo cuando tú eres el entrante).
El origen de esta especie se remonta a cien años luz en el futuro, cuando una paloma supersónica dejará embarazado al alcalde de Cuenca tras una noche loca, pero esa es otra historia y debe ser contada en un universo paralelo del que todavía no tenemos constancia ni número de identificación fiscal. El Colectivo Político Social "Por Un Mundo Lleno Donde Las Truchas Siliconadas Puedan Votar" lanzó a un japonés gordo, enano y bizco a dicho universo paralelo con una catapulta cuántica hace seis meses, pero la última comunicación establecida con el nipón fue un SMS que envió anteayer (a cobro revertido) y que reproducimos a continuación:
"Friegalmendras del carajo, la habéis vuelto a cagar con la fecha de Aterrizaje Temporal. Este tiranosaurio me está dando por el..."
"La trucha, para desenvolverse como tal, debe estar en el hagua. Si se halla fuera de esta es porque:
A) se ha perdido; o B) es el segundo plato.
Este simpático animal de ojos saltones inyectados en sangre es nuestro antepasado directo (aunque de algunos más que de otros; ejemplo: el autor de este pestiño este artículo), y su color favorito es el verde. Los martes.
¡Todos al treeeeeeeeen!
¡Chuuuuuuchuuuuuuuuuuu!"
Por más que la Organización Mundialosa de la Salud afirme lo contrario, no debería tenerse demasiado en cuenta el hecho de que estas observaciones fueran redactadas bajo el nefando influjo resultante de aspirar cola industrial adulterada con aspirina infantil (niños, hacer esto en el colegio no hagáis esto en casa).
La verdadera trucha es invisible, las otras son todas falsas. Hablemos, pues, de cómo lucen las primeras.
Las Truchas Invisibles Auténticas De Las De Verdad (Lalalás de aquí en adelante y más allá) se alimentan de alimento del que comen las Lalalás para alimentarse, porque si no lo hicieran no se alimentarían con el alimento del que se alimentan alimentíciamente las Lalalás, por eso les gusta el picante y hacerse la pedicura mientras ven la tele. Eso si, La Sexta no la cogen muy bien, pero es que no hay manera de hacer entender a estos malditos bicharracos que estar de espaldas al televisor no ayuda, precisamente, a un plácido visionado catódico.
A veces llevan reloj marca Zodiac.
Yo soy una Argh!, y probablemente tú también, aunque no lo sepas, pues las Argh! nos caracterizamos por pasar muy inadvertidas, sobretodo cuando nos quitamos el bombín-ventilador que siempre llevamos en la cabeza. Si alguna vez ves por la calle a un Alien vestido con un traje de novia harapiento (sin velo), chupando Don Simón, arrastrando los pieses y musitando "Uuuuuh, Uuuuuuh", no es una Argh!, es el Señor No.
Erróneamente, se nos ha emparentado en más de una ocasión con El Abominable Hombre De Las Liendres, pero no es cierto, fue sólo un rollo de una noche.
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