De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
De la serie furbolistas de ayer y de hoy: | |||
Tommy Gravesen | |||
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Nacimiento | Edad de Cobre | ||
Nacionalidad | Danesa tirando a española | ||
Demarcación | Rompepiernas y lo que se le ponga delante | ||
Club actual | Everton | ||
Goles |
18 millones | ||
Año de debut | 1996 | ||
Club de debut | Velje | ||
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Thomas Gravesen es un futbolista (esto está por confirmar) que juega actualmente en el Everton de Liverpool (o eso creen allí). Nació en Dinamarca en la Edad de Cobre, de ahí su espíritu cavernícola. Juega de centrocampista, pero él prefiere llamarlo quarterback. Se hizo famoso en el Real Madrid.
Thomas Gravesen, tambien llamado incomprensiblemente El Ogro, empezó a jugar (por lo menos lo intentó) en su Velje natal. Jugaba al fútbol porque el entrenador le vio algo de calidad futbolistica cuando se comía a sus compañeros de clase. Años más tarde, el Hamburgo, ávido de títulos, se decidió por contratar a este jugador no exento de técnica. Tras ver que no sólo jugaba al fútbol, sino que además pegaba a sus compañeros, el todopoderoso Everton le fichó. Gravesen se dedicó en su estancia en Liverpool a patear culos y a mofarse de sus compañeros. Fue expulsado 36 veces en 18 partidos, ya que, a pesar de ser expulsado, el muy jodío entraba otra vez a pegarle al árbitro. El ya fallecido Mr. Frank Shisco murió por aplastamiento después de que Gravesen se le tirara encima.
Un tal Florentino Pérez, de la mano de su gran política de contratar jugadores galácticos, convenció a Thomas para que cambiara las patadas de Liverpool por la lujuria de Madrid. Éste aceptó (y quien no), y la astronómica cifra de su traspaso fue: 3€ más un seguro médico para curar a todos los jugadores lesionados del Everton. El Presidente del Everton incluso llegó a pagar al Madrí unos cuantos millones por haberles librado de este jugador. Éste dinero se invirtió para hacer progresar a Gravesen, y el resultado fue un regate nuevo y ultrasónico llamado La Gravesinha. En el Madrí triunfó de manera escandalosa, al ganar 94 premios individuales, pero si empezamos a contarlos ahora, no terminamos (había uno que se murió). Hizo muchas migas, entre ellas de Pan y de Cruasán, porque ni Vekan ni Zizú quisieron ser amigos suyos.
Decepcionado por no tener amigos, se comió a Robiño y por poco engulle a Favio Capelo. Tal fue así que se fue a Glasgou a jugar en el Çeltic de Glasgou. Pero después de marcar un jat-triks (o séase, 3 chicharros) tuvo una cena con el presi (más bien digamos que Gravesen se cenó al presi) y, tras zanjar diferencias, Thomas se marchó de nuevo a Liverpool, al Everton, donde juega (o eso creen allí) actualmente, para pesadilla del presidente del Everton Julius Churchs. Dos días después de su traspaso fue encontrado muerto. Se cree que Gravesen se lo comió por teléfono. Hasta ahora ha sido expulsado del equipo temporalmente hasta que se recupere de una lesión que lo tendrá apartados de los restaurantes unos siglos. Al parecer en un ataque de hambruna perezosa se comió a sí mismo por no querer hacerse el viaje hasta el frigo.
ADVERTENCIA: Si lo ves por la calle, ¡corre! nadie (salvo Chuck Norris) sabe lo que Gravesen puede hacerte.
ADVERTENCIA 2: Si Gravesen te pregunta quién escribió esto,¡¡no se lo digas, podría matarme, o lo que es peor, comerme!!
La bestia Gravesen siempre resurge una vez cada 10 piernas rotas para dejar empalmados sin palabras a los rivales, como si es en una final de champions o un amistoso contra el Albacete. Primero observa el ambiente, echa un par de miradas furibundas y en cuanto ve la ocasión se lanza, mas una vez acabado su embestida, vuelve a acomodarse a su pedazo de campo a volver a sesgar piernas.
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