De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria. De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
Existen dos tipos de hipoteca: La tuya y la ajena.
Según otros autores solo hay un tipo de hipoteca (que es común para todos), y lo que cambia es tu percepción de la misma desde un punto de vista temporal, o mejor explicado: Si ya estás pagando una o todavía no te has hipotecado, criaturita del Señor.
Hay incluso quien dice que también influye el tener novia, y dentro de ello el que sea una puta verbenera o que quiera ir al altar. En el primer caso, marica el último (porque no fuiste el primero, capullín), y en el segundo que Dios te pille confesado, ya que sus posibles ingresos (de haberlos) podrían en principio mejorar el precio abordable en la adquisición, pero no es cierto que compense las penas inherentes.
En cualquier caso tú, lector avispado, puedes clasificarte como hipotecado o hipotecable. No hay otra, a no ser que tengas los huevos de colgar tu vida e irte al tercer mundo a pegar tiros o tiritas, que va a ser que no ¿verdad, maricona?.
La cosa es muy sencilla. Tienes que comprarte un piso porque empiezan a salirte canas y todavía vives con tus padres.
Además, empiezas a tener fantasías en las cuales haces el amor en una cama (con o sin pareja, pero en UNA CAMA DE VERDAD... UUUUUF, METRO CINCUENTA.... VISCOLÁSTICA....... BURFFF).
Llevas 10 o 15 años trabajando y has ahorrado más dinero del que has visto junto en tu vida (por más que fumes dos paquetes y te mames una botella de JB al día no te gastas más de 15 euros diarios, ¿o es que te lo gastas en alguna otra cosa que no nos has dicho?)
Pongamos que después de abrir la cuenta "hajorro bibienda" y olvidarte de que existía, sin querer tienes a los siete años tus 40.000,00 leros, que vienen a ser unos siete miyone, que no está nada mal.
Después de una especie de procesión de carnaval en la que visitas diferentes ¿viviendas?, desde la casa del terror al tugurio de Espinete, por fin encuentras un chabolo que podría pasar como algo mínimamente digno. Cuesta 180.000,00 euros y las ratas no solo no huyen sino que están gorditas. ¡Acabas de encontrar tu hogar, asqueroso hogar, donde te esperan tus futuros veinte años, y no puedes escaparte de ninguna formaaaAAAYYYY!
Bien, ya has encontrado el tugurio donde quieres pasar 16 de 24 horas del resto de tu vida. ¿Quieres? Sí, quieres, o al menos te convences de que va a ser que quieres...
Ahora vete al banco donde cobras tu nómina domiciliada, te has contratado dos tarjetas de crédito y domiciliaste la revista MuyInteresante en 1988. Pideles una Hipoteca... a ver qué te dicen.
Lo cierto es que si llevas siete años domiciliando una nómina de doscientos bollos mensuales, más pagas extras, más tickets de comida, plus por trabajar en el extranjero, etc..., quizás te concedan la hipoteca, después de todo. Los bancos son seres humanos.
¡¡Enjorabuena!! Has conseguido lo que casi nadie ha conseguido antes que tú. o casi va a ser que es MENTIRA todo. Lo cierto es que TODO CRISTO consigue que le acepten la hipoteca. ¿Te ha parecido una pesadilla? ¿Lo viste en el aire? ¿La noche te confunde? No, no estás borracho: PUEDES CREERLO: TU HIPOTECA HA SIDO APROBADA.
Sí, sí, de unos 600 a 700 leros por la cara bonita. Depende del impuestos. Todos los meses, invierno y verano, sol o nubes, peos o luciérnagas... PERO CUANDO CUMPLAMOS LOS OCHENTA... C'est fini...
Hipoteca: Especie de prostituta cuya especialidad es una degeneración sexual derivada del trío, en el que los participantes son:
El pringadito o currante.
El banquero o chulo.
La hipoteca o prostituta.
Se hace pasar por el amor del pringadito, aunque realmente ella ama al banquero y este la corresponde, pues es la mas sensual, provocativa y prolífica.
Engaña al pringadito diciéndole que es malo vivir con la familia, los abuelos, sobrinos, cuñados y demás fauna, que debe emanciparse a los 25.
Una vez engañado el pringadito, firmara un documento del que no entiende ni la décima parte, y aunque el lo ignore, en el futuro la palabra Euribor le producirá sudores fríos y tembleque en los genitales.
El pringadito y la hipoteca mantendrán una relación mas o menos estable durante los siguientes 40 años a la firma del documento, en los cuales el pringadito conseguirá a base de arena, cemento y agua o sudor, una vivienda cutre y el banquero una cantidad de dinero, equivalente al valor de la vivienda cutre, pero sin sudor, su único merito es ser el chulo de la hipoteca.
En caso de que el pringadito no sude lo suficiente, perderá el dinero y la vivienda, pasando todo a la propiedad del banquero, el cual se la venderá a su cuñado a un precio muy inferior del que pago el pringado.
Decir que el banquero tiene muchísimas hipotecas, por lo que sus ingresos son altísimos pero con todo eso no tiene suficiente, por lo que mantiene relación con otras del gremio, como por ejemplo: La comisión (alias “la carterista”), La nomina (alias “estampita”) o La trasferencia (alias “la subcontrata”).
Hipoteca es una palabra polisémica. Una hipoteca también es el lugar donde bailan los hipopótamos.
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