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Famosísimo lugarteniente de Curro Jiménez.
El Algarrobo, también conocido con el apodo de Álvaro de Luna, es uno de los primeros casos documentados de Manipulación Genética. En el año 1903 d.C. el Departamento Tecnológico del Gobierno de Sierra Leona buscaba la forma de obtener individuos especialmente dotados para pastorear los inmensos rebaños de ñuses y búfalos cafres que recorren la sabana.
Mediante la hábil mezcla de material genético de gorilas de las montañas, rinocerontes negros y cabra hispánica, unido al de un señor castellano-leonés que veraneaba en la región, obtuvieron un pequeño bebé humanoide que nació calvo y fuerte, además de aguerrido.
Toda su infancia la pasó el joven Algarrobo a la sombra de uno de esos árboles (tan abundantes en Sierra Leona, de hecho su bandera muestra un león devorando un algarrobo indefenso). En esa tesitura le encontró el director y productor Mario Camus, director de la inolvidable serie televisiva Curro Jiménez y no pudo más que pensar en él para el papel del tercero de a bordo en el Clan del heroico Curro.
Siendo así, pasó a formar parte del reparto, y con ello cimentó su universal fama y reconocimiento. Después de los primeros 657 capítulos, El Algarrobo sintió en sí la pasión por la interpretación, y no dudó en convencer al mismísimo Alfred Hitchcock para que este le diese el papel de su vida en “Con la muerte en los talones”, hermoso film en el que sustituyó al inicialmente elegido Gary Grant (éste último jamás superó este revés).
El Algarrobo, adorable y sensual, no dejó nunca de luchar contra su homosexualidad latente. Como años después plasmaría Ang Lee en su hermosa historia basada en la vida de nuestro bandolero convertido en el mercado americano en un cowboy, El Algarrobo se debatió siempre entre el irrefrenable deseo hacia todos sus compañeros de reparto (Paco Algora incluido) y su onanismo más salvaje.
Famosa es aquella anécdota en la que Sancho Gracia hubo de ser ingresado en el Hospital Comarcal de Úbeda después de ser vorazmente besado por El Algarrobo durante casi 9 horas. Los tocamientos en mitad del rodaje eran el pan de cada día, así como las miradas dulces y los poemas cantados a media voz.
El papel que interpretó El Algarrobo fue un fiel trasunto de su propia existencia. Por lo demás su bondad era interminable, así como su halitosis. Nunca acabó de dominar el arte de la lira y el flautín.
Fue en el mítico capítulo 1235 cuando los productores se atrevieron a proponer la muerte del personaje. Envalentonados con la idea, Sancho Gracia, José Sancho, Paco Algora y Eduardo García, la cuadrilla del Curro Jiménez al completo (acompañados de varias docenas de personas llamadas o apellidadas Sancho) dispararon sus trabucos de fogueo al unísono y a muy poca distancia de la cara del dulce Algarrobo.
A punto de morir, El Algarrobo llamó la atención de Curro Jiménez, que acababa de regresar de sus victoriosas campañas conquistando Francia y justo tres días antes había creado España. Viendo en él un luchador irredento se compadeció y consiguió que Leticia Sabater, conocida extraterrestre de inquietos conocimientos místicos, accediese a sanarlo de sus heridas.
Poco después Curro Jiménez tuvo la genial idea de aparear al Algarrobo con Leticia, buscando aquella mezcla definitiva que le daría el dominio del Mundo. Sin embargo de todos es conocido que a pesar de tener más de mil reyertas sexuales míticas, la mezcla no fue fructífera y la simiente del Algarrobo no dio sus frutos.
Entristecido, El Algarrobo decidió marcharse del mundo a llorar sus penas y su soledad, y se dice que marchó a la novena dimensión, a un mundo donde los hombres brutos pero sensibles no están mal vistos y pueden acariciar a todo los jovencitos bronceados y fibrosos…….
Es indudable que grandes personajes de la Cultura, la Política y las Ciencias como Marc Almond, Paco Clavel, Alejandro Agag….. han basado sus vidas enteras en continuar el legado del Algarrobo.
Sin él, nuestro mundo sería muy distinto.
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