De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
Dícese del individuo que te roba sin ningún escrúpulo y te deja robado y sin cosas.
No todos los bandidos son iguales. Todos roban, muchos violan y algunos matan; pero cada uno a su forma.
Se trata de un bandido que te cae bien, coño. Que sí, que roba y tal. Pero casi te gusta, porque lo hace con estilo. El cabroncete.
El ejemplo más famoso es El Zorro, aunque hay otros muchos. Curro Jiménez (que, en rigor, es un bandolero) era simpático, sobre todo en la serie de televisión. Axl Rose habría sido también un bandido simpático, de haber vivido en otra época.
Categoría relacionada: el pirata. ¿A quién no le caen bien los piratas, por más hijoputas que fueran en la realidad?
Este bandido es un tontaina: te roba de mala manera, si te viola es cutremente, y lo suelen pillar a la primera de cambio. Como es tonto, y digo tonto, lo juzgan y siempre sale culpable; y además no viene nadie en el último momento a salvarlo. Es lo que hoy llamaríamos un puto paquete.
Este bandido supuestamente roba a los ricos para dárselo a los pobres. Eso está muy bien, pero ¿qué hace este capullo cuando los ricos ya no tienen nada de tanto robarles? ¿Se va a los ex-pobres a quienes les dio todas las cosas y les roba, para dárselo a los antiguos ricos -- ahora pobres como ratas? ¿O deja todo perfectamente equilibrado, y acaba con su propio negocio (quedarse un porcentaje de lo que roba) por su propia tontería? Por suerte estos tontovainas no suelen tener tanto éxito, de forma que son encarcelados o torturados bastante antes de que se les presente este problema.
El original robinjú, el gran Robin Hood, pertenecía más bien a la categoría de bandido simpático, de forma que este problema no le importaba mucho; hacía un encantador mohín (un tanto gay, eso sí) y seguía a lo suyo. Los demás tienden a ser insensatos, ver "bandido insensato" más arriba.
No te roba tal cual, sino que se pule toda la pasta del alquiler en putas y drogas y luego te pide que pagues tú ese mes, que al que viene ya pagarán ellos todo, y te embrasan hasta que ya para no aguantarlos más aflojas tú. El endrogao caerá más tarde o más temprano, todos lo sabemos, y quizás tengas tú el privilegio de acabar con su mísera existencia; pero mientras tanto te jode.
Un subconjunto especialmente lamentable es aquéllos que se hacen pasar por bandidos, cuando en realidad sólo son unos pichaflojas, pero que quieren hacerse pasar por malotes, o algo. El ejemplo paradigmático de esta bandidez es Miguel Bosé y su espectáculo de baile patético en su disco Amante Bandido. Alguien debería haberle dicho a tiempo que iba a lamentar esta mierda toda su vida.
La polémica ha rodeado siempre a los bandidos sobre el punto de si debían violear o no a sus bellas cautivas. ¿Abusar de ellas según llegan, que están frescas? ¿O guardarlas para pedir rescate y esperar (a veces tontamente) a que se enamoren de uno? Curro Jiménez (que, en rigor, es un bandolero) siempre esperaba; pero es que, como era simpático, tardaban poco en caer. Recordemos que terminaban todas mirando para Burgos mientras este canalla se ponía las botas.
El bandido moderno prefiere no violear, para no ser acusado de violencia de género. Así intenta hacerse el simpático. Sin embargo, algunos bandidos bisexuales van a vapor y a pluma, y violean a hombres y mujeres, para no discriminar. De esa forma su violencia es sólo sexual, pero nunca de género y no se les puede llamar degenerados. (Ahora, que guarros sí, y mucho.)
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