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Las verduleras son una subespecie de la Mujer que se caracterizan por el alto tono de voz utilizado para comunicarse con el resto de seres humanos (y no humanos) que abundan en gran cantidad en las zonas más deprimidas económica y culturalmente de nuestro amago de país (vamos, las barriadas).
Suelen ser mujeres de alto standing (tan alto que empieza por la cola), con una gran cultura barriobajera y grandes dotes para conseguir el climax ideal para tenerte hasta los mismísimos cojones. Suelen provenir de proyectos de mujer que se malograron adoptando el estilo de vida Jessi.
Dichas mujeres, son perfectas empleadas del hogar, dependientas, peluqueras y madres en general. Su rictus pavoroso se halla enmarcado en unas patas de gallo que llegan hasta el cogote, bolsas en el contorno de los ojos (mezcladas con maquillaje de anteayer) y, por supuesto, una boca entreabierta que denota inteligencia.
El perfil de dichos seres es, en general, el de una mujer de aproximadamente 40 años, bata de boatiné, rulos puestos, zapatillas horrorosas a cuadros y la correa del Yorkshire, que en invierno llevará un jersey rojo hecho a mano por el individuo de los rulos, y en verano, llevará el pelo recogido en unas coletas sobre la frente del cánido.
Las expresiones más empleadas por estas féminas de alto porte se resumen en el siguiente curso de garruleo, en 5 pasos, proporcionado por Feci's Institute de Cartagena:
-Axo, peo qué dicehhh? -Axo, peo qué deciihh tooohh? -Xaxaaaa, ah vito a la Yenny? S'a puehto mexaah rojaah! -Bruoaagghh! Te l'ah comiiioo! -Doh un leuroo! Doh un leuroo! Que me s'acabaaan!
Estos son, a grandes rasgos, las directrices a seguir para llegar a ser una buena Verdulera. Es imprescindible el vestuario, en el que se incluyen pantalones de chándal blancos, botas de pelo, camisetas ajustadas de colores rosa-negro, amarillo-negro, cintas para el pelo (a conjunto con las camisetas) y, ante todo, unos pendientes de aro.
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