De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
Un juanker Un búnker es un lugar en el que sueles esconderte para que no te dañen las cohetes, morteros, granadas, el Hindenburg o los corchos de las botellas de champaña que pueden acabar con tu vida.
En primer lugar, antes de crear cualquier sistema operativo de defensa, tiene que haber algo que te produzca la muerte o que por lo menos destruya lo más valioso que tienes: tu suegra. Por lo que todo empezó cuando se descubrieron algunas cosas que pueden explotar, y que a algún pringao de entonces se le ocurrió la casual idea de usarlo para hacer que las cosas se multipliquen y vuelen, terminando por desarrollar un invento que lo haría volar por las nubes: las alas la dinamita.
Ante los efectos destructivos de esta nueva arma, los miembros de inteligencia militar se la estuvieron cascando empeñaron toda su inteligencia y su imaginación en tratar de contrarrestar los desastres que causaba ésta, de un modo que nadie salga herido ni tenga que dormir sumergido en fierros, ladrillos y demás cosas con las que se fabrican las casas. Por dicho motivo llegaron a la conclusión de que el escondite debía estar ubicado a 20 campos de fútbol de profundidad con una puerta gigante en el techo, y una salida lateral con un túnel más enredado que un laberinto (¿o realmente quieres tratar de levantar la puerta gigante?) que termina en una abertura de 30 centímetros disimulada como el hoyo de un conejo.
Nota: Hay búnkers que no tienen el túnel, pero esos son los búnkers de fabricación económica, si quieres tener un búnker propiamente tal éste debe tener el túnel.
Lo bueno es que los búnkers parecían funcionar protegiendo de las bombas. Pero todavía habían muchas cosas que mejorar. Por ejemplo no había cama, ¡ni siquiera un comida y con el riesgo permanente de pisar la caca o ser chorreado por la orina de los demás.
Era tal el número de quejas que los diseñadores tuvieron que pensar en un modelo más cómodo porque si no hay clientes no hay dinero el país necesitaba defensas medianamente óptimas y era su deber desarrollarlas como buenos patriotas.
El caso es que pidieron un aumento de sueldo y los terminaron despidiendo. Los borricos para continuar el proyecto, pero como borricos, eran cabrones e hicieron lo primero que se les vino a la mente por más idiota que fuera. El resultado fue que hicieron los laberintos mucho más enredados, una ampolleta eléctrica colgando de un cable viejo y un agujero en el piso en donde todos mearían y cagarían para no tener que preocuparse por dormir sobre la caca propia o ajena, o por saber a donde vaciar los líquidos amarillos.
Como era de esperarse, los búnkers decentes aparecieron hace realmente bastante poco.
Muchísimos años más tarde algunos errores hasta llegar a algo que al menos dé la impresión de estar en un escondite anti-bombas y no en una chabola subterránea.
En ese aspecto, los clientes parecían no quejarse de:
Básicamente todos estaban felices de tener en el búnker un WC, porque el WC permite deshacerse de los mojones sin tener que aguantar el olor apestoso que los caracteriza (sobre todo si alguno por ahí tiene diarrea), y tampoco tener un lugar en el que nadie pueda pisar y pasearse (y de paso que pueda llegar a expandirse), y con un buen aseo permita un uso que pueda aguantar hasta el fin de la guerra.
Aunque la última versión fue todo un éxito, todavía quedan muchos problemas sin solución, preguntas sin respuestas y gente por matar y cosas que necesitan de nuestra atención.
Si a alguien se le ocurre como solucionar estos problemas que fabrique su propio búnker y si no se le desarma ¡felicidades!, se merece una hostia un premio por sus grandes aportes a la humanidad. Manténgannos informados ante cualquier eventualidad.
Aquí están algunos de esos asuntos:
Para más quejas sobre el diseño de estas estructuras también manténgannos informados.
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