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FRIKIPEDIA QUIERE QUE ESTA DEFINICIÓN
PASE A SER UN ARTÍCULO FRIKIPÉDICO La información contenida en este artículo es una mínima parte de su jugo total, así que ponte los guantes, saca el tupperwere y empieza a exprimir el tema. Si lo haces serás recompensado con una galleta en almíbar y algo más. |
Según el diccionario de la RAE, la definición de Access es: “AVISO: la palabra access no está en el diccionario”.
Y en la propia ayuda del Access no me atrevo a teclearlo, por si, al buscarse a sí mismo, origino una regresión hiperbólica del continuo espacio-tiempo, replegándose el universo sobre sí mismo y creando un agujero negro de proporciones apocalípticas.
Con todo esto, entiendo que el Access es como una de esas cosas metafísicas que yo, con mi nivel de certificado escolar no alcanzo a comprender, pero paso a relataros lo que me explicó la novia de mi cuñado, que hizo un curso de Contaplus en CEAC, y de esto sabe mucho:
El Access es un poglamainformático que es como el apéndice; todo el mundo lo tiene instalado, pero nadie sabe para qué demonios sirve.
La vida del Access es corta, absurda e insignificante, a saber:
1.Usuario mete el cedé del Ofis en el ordenador.
2.Usuario elige “instalación completa” (qué coño, tengo 5 terabáis, y el porno sólo ocupa la mitad, no voy a andarme con chorradas).
3.Al finalizar la instalación, debajo de los iconos del Guord y la Exzel (que es lo que él quería) aparece infiltrada una llave de color rosa que pone “Microsoft Office Access”, y usuario se pregunta “¿y tú qué coño “access” ahí?” (chiste digno de Andreu Buenafuente).
4.Usuario saca icono al escritorio, ya que ha oído que eso del Access es algo muy tecnológico y muy molón.
5.Usuario abre Access.
6.Usuario no entiende nada.
7.Usuario cierra Access.
8.Pasan unos días y el güindous se queja de que “hay iconos sin utilizar en su escritorio”. Lo elimina y nunca más se supo.
Las tablas: son pa escribir las cosas.
Las consultas: son pa ver las cosas escritas, pero de otra manera.
Los formularios: son pa escribir las cosas, pero con colores y con botones.
Los informes: son lo que antes llamábamos “listaos”, pero que en el siglo XXI ya no se llaman así, ni van en papel continuo con rayas blancas y azules. Si tu ordenador tiene impresora, los informes los puedes imprimir, y si tu ordenador tiene pantalla, también los puedes ver por pantalla.
Las páginas: son para poner las cosas escritas en el interné, pero no sirven para nada, ya que no se pueden poner fotos porno, ni descargar politonos para el móvil.
Las macros: como su nombre indica, son unas cosas muy grandes. Los científicos aun no conocen su utilidad, pero están investigando sobre ellas con el nuevo acelerador de partículas, más que nada para ver si ese dichoso chisme tan caro sirve para algo.
Los módulos: esto ya es para los grandes gurús de la poglamación informática. Si abres un módulo, te sale una página en blanco parecida a la del Guord, donde, aparentemente se pueden escribir cosas. Entonces respiras y piensas que ya puedes hacer algo con el Access, y te sientes genial, pero el gozo dura poco, ya que tienen un corrector ortográfico con un nivel de permisibilidad similar al de la Gestapo; y es que resulta que aquí tienes que escribir en idioma uvebeá, lenguaje sólo accesible para seres superiores como Bill Gates y Chuck Norris (upssss... perdón, acabo de leer que no se puede hablar de este hombre sin venir a cuento).
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