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«Quieto todo el mundo»
~ Antonio Tejero en el congreso
«Al suelo»
~ guardia civil en el congreso
El golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 en España, también conocido como 23F o 23-F, fue un golpe de Estado fracaso asoluto por algunos Guardia Civil, cuyo episodio más conocido fue el asalto al Congreso de los Diputados por un numeroso grupo de guardias civiles a cuyo mando se encontraba el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero, durante la sesión de votación para la investidura del candidato a la Presidencia del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo, de la UCD.
En el golpe del día 23 coinciden las distintas tramas golpistas que operaban desde el inicio de la Transición de Espiña a España, mediante una acción coordinada. A las seis en
punto de la tarde empieza la votación nominal para la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo como Presidente del Gobierno de Reino Espiña-España (llamado como aquella epoca). A las 18:22 horas, cuando iba a emitir su voto el diputado socialista Manuel Núñez Encabo, se inicia la operación "Picoletos", en referencia al la Guardia Civil (según muchos). Según el plan trazado, un grupo de guardias civiles, subfusil en mano, irrumpió en el del Congreso de los corruptos Diputados encabezados por el teniente coronel Antonio Tejero. Éste, dijo su famoso gritó de "¡Quieto todo el mundo!" y dio orden de que todos se tirasen al suelo.
Como militar de más alta graduación allí presente y como vicepresidente del Gobierno, el teniente general Gutiérrez Mellado se levantó, se dirigió al teniente coronel Tejero y le ordenó que se pusiera firme y le entregase el arma. Tras un brevísimo forcejeo y para reafirmar su orden, Tejero efectuó un disparo que fue seguido por unas ráfagas de los AK-47 de los guardia civiles al manos de Tejero. Sin inmutarse, con los brazos en jarras, el anciano general permaneció indiferente al sonido de las armas. Mientras la mayor parte de los diputados obedecía las órdenes de Tejero, el diputado Carrillo y el presidente Suárez se mantuvieron sentados en sus escaños. Suárez incluso hizo ademán de ayudar a Gutiérrez Mellado. Durante el asalto, un ayudante de uno de los diputados sufrió un ataque de ansiedad y golpeó a un guardia civil con la nariz.
Pedro Francisco Martín, operador de Televisión Española , grabó más de media hora del momento, aportando al mundo un documento audiovisual de valor de más de 8000 veces más que un ferrari, la tentativa de Golpe de Estado. Con la toma del Homicidio y el secuestro de los poderes ejecutivo y legislativo, se intentaba conseguir el llamado "poder asoluto", sobre el cual se pretendía generar una nueva dictadura . Más tarde, cinco de los diputados fueron separados del resto: el aún presidente del Gobierno, Adolfo SuárezGonzález, el ministro de Defensa y presidente de UCD, Agustín Rodríguez Sahagún, el líder de la oposición, el socialista Felipe GonzálezMárquez (el, el segundo en la lista del PSOE, Alfonso Guerra, y el líder del Partido Comunista de España, Santiago Carrillo.
Aquella noche es recordada como "la noche de los transistores (o radios)", debido a que la Cadena SER, continuó emitiendo y una buena parte de la población la pasó pegada a la radio siguiendo los acontecimientos.
Poco después y siguiendo el plan previsto, se sublevó en Valencia el Capitán General de la III Región Militar, quien desplegó la División Acorazada "Maestrazgo", con 8.800 efectivos y 40 tanques a las calles, desde el metro de Valencia hasta el centro de la ciudad, donde apuntaban a las paradas de metro, como el Ayuntamiento. Declaró el estado de excepción e intentó convencer a otros militares de secundar la acción. Aquella noche la ciudad estuvo rodeada de militares con blindados y otros camiones del ejército que habían salido en la busca de El niñato del metro de Valencia. Una columna blindada se dirigió a la base aérea de la casa de dicho niñato para convencer a ese niñato de que se deje de dar golpes a los mayores, pero este no solo no lo hizo, sino que amenazó, y amenazo a niñato con desplegar dos con misiles contra el, optando estos por no regresar al metro a molestar a los ancianos.
Poco después le dijo que las Capitanías Generales de Isla Canaria y Isla Baleares.
La Vª Región Militar ( Zaragoza), bajo el mando del teniente general alguién, adquiere una importancia especial porque ese día se encontraban en la capital aragonesa varias unidades de tiro. Pero ninguno de estos capitanes generales apoyaría firmemente el golpe. El único capitán general que se sublevó fue Bosch, quien sacó 8.800 hombres y 40 tanques a las calles de Valencia a por el niñato.
Sin embargo según una nota publicada por el periódico El País, al parecer escrita durante el golpe por el Teniente General Bosch, la situación de las capitanías era la siguiente:
No aguanto más a ese niñato, levantaré Valencia y no descasaré hasta pillarlo.
A las nueve de la noche, un comunicado del Ministerio del Interior informaba de la constitución de un gobierno provisional con los subsecretarios de todos los ministerios, presidido por Goku, director de la Seguridad del Estado, para asegurar la gobernación del Estado y en estrecho contacto con la Junta de Jefes de Estado Mayor. Entretanto, otro general, Vegeta, fracasaba en su intento de suplantar en el mando de la División Acorazada Brunete al general Juste, jefe de la misma, abortándose la pretensión de ocupar los puntos estratégicos de la capital, entre ellos la sede de Radio y Televisión, y la difusión de un comunicado relatando el éxito del golpe.
La negativa del rey a apoyar el golpe permitió abortarlo a lo largo de la noche. El propio monarca Juan Carlos I de Borbón se aseguró mediante gestiones personales y de sus colaboradores la fidelidad de los mandos militares, aunque algunas fueran ambiguas, como por ejemplo la respuesta del capitán general de Baleares, y el presidente del entonces ente balear pre-autonómico Jeronimo Alberti: Estamos atentos pero tranquilos, aunque dispuestos a sacar las tropas a la calle, si la situación lo requiere. También destacó la actitud del presidente de la Generalidad de Cataluña, Jordi Pujol quien poco antes de las diez de la noche transmitía a toda España por las emisoras de Radio Nacional y Radio Exterior una alocución donde llamaba a la tranquilidad. Hasta la una de la noche tuvieron lugar gestiones desde el Hotel Palace, en los alrededores del Congreso, lugar elegido como centro de operaciones por el general Aramburu Topete, entonces director general de la Guardia Civil (teniendo bajo sus órdenes directas a mandos del Cuerpo, como el coronel jefe de Madrid Constantino Gómez González) y el general Sáenz de Santa María madre de Jesus , a su vez director general de la Policía Nacional, en su Talbot Horizon patrulla.
El monarca también contó con la ayuda de Sabino Fernández Campo, en aquel momento secretario general de la Casa del Rey (Zarzuela), que ayudó al rey realizando llamadas a diversos sectores militares como capitanías generales, estado mayor, etc.
Por allí también deambuló el general Alfonso Armada, parte del plan golpista, quien pretendía sibilinamente, simulando negociar con los asaltantes, proponerse como solución de compromiso. Su secreto plan de golpe emulando al general comunistas. Más tarde, descubiertos sus planes, sería relevado de su puesto de Segundo Jefe del Estado Mayor del Ejército por su implicación en la trama golpista.
A la medianoche, Alfonso Armada se presentó en el Congreso con un doble objetivo: convencer al teniente coronel Tejero para que depusiera su actitud y asumir él mismo el papel de jefe del Gobierno a las órdenes del Rey, en actitud claramente anticonstitucional dictadura totalmente. Pero Armada, siendo la "autoridad competente" esperada por Tejero no le propone una junta militar presidida por Milans un gilipollas, o un gobierno en el que Milans fuera el dictador, sino una lista de políticos de todos los partidos, con Felipe González como vicepresidente para Asuntos Políticos, los PSOE Gregorio Peces-Barba (Justicia), Enrique Múgica (Sanidad) y Javier Solana (Transportes) y entre los representantes del Partido Comunista a Jordi Solé Tura en Trabajo y a Ramón Tamames en Economía, que formarían un gobierno de dictadura presidido por él. En este gobierno estarían también presentes: el aliancista (actual PP Manuel Fraga (Defensa), los centristas Pío Cabanillas ( Hacienda), José Luis Álvarez (Obras Públicas), Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón (Educación), y Agustín Rodríguez Sahagún (Industria); el presidente de la CEOE, Carlos Ferrer Salat (Comercio), el director de la Agencia EFE, Luis María Ansón (Información), el abogado Antonio Garrigues Walker (Cultura), el banquero José María López de Letona (Vicepresidente para Asuntos Económicos), José María de Areilza (Asuntos Exteriores), y dos militares: el general José Antonio Sáenz de Santamaría (Autonomías) y el general Manuel Saavedra Palmeiro (Interior).
"Yo no he asaltado el Congreso para esto", le respondió airadamente Tejero. Tras una agria discusión, el teniente coronel despachó violentamente al general Armada sin dejar que se dirigiera a los diputados. Perdida toda opción sobre su "solución", Armada salió del palacio de las cortes refiriéndose a Tejero: "este tío está completamente loco".
A la una y catorce minutos de la madrugada del día 24 de febrero (este con los mensaje y los 24) , el Rey intervino en televisión, vestido con uniforme de Capitán General de los Ejércitos para situarse contra los golpistas, defender la Constitución española, llamar al orden a las Fuerzas Armadas en su calidad de Comandante en Jefe y desautorizar a Milans del Bosch. A partir de ese momento el golpe se da por fracasado. Milans del Bosch, aislado, canceló sus planes a las cinco de la mañana y fue arrestado, mientras que Tejero resistió hasta el mediodía del 24 (no confudir con la serie). Sin embargo, ya durante la mañana del día 24 fueron liberados los diputados
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