De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria. De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
Para este artículo me ha parecido sabia la decisión de poner una foto de la rana gustavo ya que la apuesta por la de un tarzanillo fotografiado me pareció ser algo arrogante, marrana, impertinente, engañosa y separatista.
Es coña...
El tarzanillo (también conocido como "Quico o Quiquillo/to" ,en Dragon Ball; "Kibito") suele ir acompañado, por lo que el uso más frecuente de este mote es pluralizado. (véase el ejemplo) Ejemplo: ¡¡Oh.. recorcholis, cuantos tarzanillos!!
El tarzanillo, como su propio nombre indica, es un diminutivo del sintagma nominal Tarzán. La razón es muy pretenciosa, sencilla y fácilmente entendible.
Un tarzanillo es aquel individuo (cacho de matéria o cosa) compuesto a base de mierdecilla y que pende salvajemente de los pelillos que florecen en el culo por una fuerza enganchosa mutante.
Generalmente de color marroncito y de aspecto dulce. Son duros y precisos ya que si existen como tal es que previamente han tenido que pasar por un proceso adapta-salvador. Este proceso es un tanto complejo ya que requiere de grandes reflejos y mucha agilidad así como elasticidad y pocos remordimientos. El tarzanillo consta de vida propia (esto hay que tenerlo muy claro y presente cuando nos topemos cara a cara con uno de ellos) por tanto no quiere morir o ser descompuesto, motivo que les empuja hacia esa conducta tan asquerosamente temeraria y estupefaciente.
Este proceso es un poco delicado y conciso, por eso voy a emplear un lenguaje más técnico.
Hay que tener una cosa muy presente. Los tarzanillos son generalmente bastante guarros, son guarros, básicamente muy guarros. Esto es fundamental para comprender sus inquietudes y sus excentricidades. También hay que tener presente otra cosa, y es que los tarzanillos suelen ser muy agresivos, virulentos incluso, si se les provoca con papel higiénico. Se pueden poner las cosas muy feas en el espacio/tiempo si se les humedece con agua para intentar suavizar y reblandecer su recio caracter enganchizo, pues normalmente se lo tomarán a mal y esto les puede conducir a una rebeldia casi insospechada con la cual pueden arremeter a cualquiera que se les ponga por delante.
Cuando el ser humano camina hacia el labavo, con cara de idiota, medio sonriendo ( es casi como alucinógeno ) pensando en el gustazo que está a punto de experimentar, pensando en evacuar toda la toxina y la sobervia que lleva dentro, se oblida por completo del gran reto. Es en ese mitificado momento cuando las partículas de mierdachuna que componen el imminente estallido de residuos, se preparan y disponen para el momento más heroico y decisivo de su ajetreada vida. Sus mentes trabajan en equipo como un solo ser y esperan con antojo y virilidad su gran salto.
Cuando el ser humano medio idiotizado, descrito anteriormente a característica general de todos los seres humanos, se dirige ya, hacia el retrete, levanta la taza ( bueno.. esta parte siempre hay gente que la pasa por alto ) y se sienta.. empieza la acción. Es en ese preciso instante en el que deja ir esa especie de tensión articulada en el ojete, cuando de repente, la vida toma un nuevo ciclo. Ha llegado la hora del desafio.
El principal compacto ( el truñón, que es el nombre de uno de los enanos de Blancanieves ) sale a gran presión y con mucha ferocidad, lo que despista y relaja al ser humano (cree que no ha habido tiempo para nada más, entonces se crece y sale confiado del WC) y es el factor de despiste, el detonante determinante que favorece al tarzanillo.
En el momento de la explosión los tarzanillos se coordinan para saltar del primer núcleo compacto de mierda hacia los pelos del culo. Esa operación es un tanto compleja ya que la biscosidad de éstos, es directamente proporcional a la del gran núcleo normalmente tierno y húmedo. Por esta razón los tarzanillos saben de la importancia que tiene agarrarse brutalmente bien a la pelusilla. Su ímpetu en ello les conduce a autosecarse super-rápidamente para solidificarse junto a lo que se sujetan.
La segunda parte del gran reto es la consolidación ,la segunda parte del gran reto es probable, no segura y por tanto esperanzadora para los tarzanillos y tristemente lamentable para el ser humano, ya que los tarzanillos deben incrustarse lo más fuerte y perduradoramente posible en sus respectivas demarcaciones para conseguir que de este modo cuando el ser humano se limpie el culo súcio ( aquí siempre hay gente que obvia este punto ) puedan resistir en sus posiciones de una manera definitiva, arriesgada y duradera.
Una vez superado el reto, los tarzanillos se echan unas risas y se parten en el ojete.
Los tarzanillos son seres realmente entrañables, su comportamiento apático y peleón les han llevado a poder sobrevivir lo invivible.
Es por esto que muchos tarzanillos forman parte de nuestra literatura y vida cotidiana y no porque ningún poeta o escritor confuso se haya acordado de ellos, sinó porque gracias a su facilidad por la comprensión escrita y la gramática, muchos de ellos han transmitido sus azañas y aventuras mediante libros y novelas. Al principio eran reácios a esa opción ya que veían con mejores ojos lo trobador. Ese arte oral, por el cual los tarzanillos más sabios (los que conocen más las inmediaciones del culo y las prestaciones que estas ofrecen a jovenes intrépidos y adultos) contaban sus interminables historias a sus pequeños, algunos huérfanos y otros con un gran futuro prometedor en en mundo de las jarchas y el escepticismo. El tarzanillo es más que una forma de vida, también es un olorcillo.
En algunos países el tarzanillo es benerado como un auténtico milagro, como un referente para la supervivencia.. como un ejemplo a seguir, como un estilo de vida, más allá de lo establecido.
Gracias a su carisma, el tarzanillo ha llegado a la categoria de Dios en muchos países de Oceania. Hay otros en los que incluso se ha cogido parte del nombre como propio, es el caso de Tanzania. Inevitablemente sus habitantes son Tanzanillos
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