De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria. De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
Rebajas es el nombre común para definir el ritual de mayor importancia para la raza femenina. Tiene lugar dos veces al año, después de la navidad y antes del verano, las mujeres acuden armadas con bolso y con el traje ceremonial conocido como chandal. El ritual consiste generalmente en adquirir los modelitos de las colecciones mas chic como: Cachuli Glamur, Carmele Estile, Pantoja Fasión o Paquirrín Parti.
Las rebajas fueron inventadas por Excedencio Produció, junto a Indi Tex, el indio creador de las tiendas de ropa Blanca, Berjska, Estradibariú, Sara, Pul an vear, y similares.
La idea surgió al darse cuenta Excedencio que al final de cada temporada sobraba mucha ropa que las mujeres no querían por decir que era “de otra temporada” ni que fueran tomates.
A si qué fue a buscar a Indi Tex en un viaje espiritual hasta la india, y después de tres meses comiendo arroz, llevando las pelotas sueltas en pantalones de lino y fumando porros inventaron las rebajas.
La cosa consistía en vender la ropa atrasada “más barata”, a si que entre porro y porro y con el frescor en las pelotas inventaron el sistema críptico de las etiquetas de las rebajas.
Inventado como ya hemos mencionado por Excedencio Produció e Indi Tex, con la colaboración de Culetè-Fresk, primo lejano de vetetúasaberdonde de Indi Tex, e inventor de los jodidos pantalones cagaos (Prenda típica de la tribu de los PokeeRooOoH’s) Con la finalidad de facilitar a los compradores la ardua tarea de ir de rebajas.
El sistema críptico, comúnmente conocido como descuento, y cuyo nombre científico es: oesunamierdaotienesuerteosigueigualdecaro, se podría resumir en cuatro clases principales.
Se trata un cartel de tamaño descomunal colocado sobre un estante de ropa, el cual reza: Antes 1234’89€ Ahora: 2’56€. La reacción instintiva del espécimen en cuestión de mujer compradora es arremeter contra el estante de ropa con uñas y dientes (e incluso bolsazos si así lo requiere la ocasión) por supuesto sin leer la diminuta letra tamaño 0’002 que hay debajo de los números rojos tamaño 211 del cartel, eso forma parte del ingenioso sistema críptico, porque si alguna de las hienas compradoras en cuestión se parase a sacar la lupa y a leer la perfectamente legible letra, vería que pone algo como: Promoción solo valida durante los cinco segundos posteriores a leer el cartel, siempre que te lleves 28 prendas iguales, y cantes campanera mientras haces el pino y tu vecina da palmas.
Son esas en las que indica claramente y sin dejar lugar para nada a la duda con una pegatina roja de tamaño mosntruoso, que incluso tapa el precio, que la prenda en cuestión tiene un 30% de descuento. La maruja mujer en cuestión debe buscar otra prenda igual, mirar el precio, sacar la calculadora del móvil puesto que no acabó primaria porque no dispone de tiempo para tales cálculos en esos momentos de vida o muerte en los que al igual que en navidad se pelea por la misma caja de “La gula del norte” con la vecina del 5º ahora cada una tiran de un lado de una camisa de flores que es la ultima XL mientras con la otra mano calculan el 30% de descuento de la falda modelo Cachuli Beach que tienen entre los dientes.
Que indica con total claridad que prendas están en rebajas y que generalmente están colocados en lugares estratégicos (pensados por Culetè-Fresk) tales como: debajo de los estantes, bajo un montón de pantalones modelo Cachuli Esport, o semiocultos entre las camisas Mariñas Total Luk.
Consiste en un ingenioso sistema diseñado por Indi Tex cuando se fumaba un porro especialmente bueno y comía arroz con pasta de cagada de burro sagrado. El maravilloso sistema, consiste en colocar el precio de las prendas por ejemplo en 6’99€ en lugar de 7’00€ con la finalidad clarísima de dejar más baratas las prendas y llenar el monedero de las clientas de 200 moneditas de un céntimo.
El ritual de las rebajas fue inventado por Marujitáh Conpulsi-ba, hermana de Indi Tex, que fue la primera en acudir a las rebajas y convertirlo en un ritual de culto entre las mujeres de todo el mundo que se realiza dos veces al año: Tras las navidades, y antes del verano.
El ritual consiste en la situación frente a la puerta de la tienda que se desee arrasar unas 56 horas antes de su apertura en rebajas. Tras la apertura de la tienda se debe entrar a velocidad supersónica esquivando gordas y estantes hacia el estante que marque los descuentos más altos, aunque sean polainas para bebes de seis meses. Una vez seleccionado el objetivo se elije el (o los) modelos deseados, sin mirar talla se cogen todas las que haya y se corre hacia el segundo estante con mas rebajas.
En caso de surgir discrepancias con otra compradora Marujitáh aconsejó las ostias la diplomacia, se pueden citar frases celebres tales como: “¡Yo lo vi primero!” “¡Es mío!” “¡Suéltalo!” o “¡Pero si eso a ti no te entra ni en la oreja vacaburra!”.
En caso del fracaso de la diplomacia, se declara un duelo ritual con el arma legendaria, el Bolso.
La ganadora del duelo a bolsazo limpio se convierte en la poseedora oficial de la camisa Estaban Pollo en color salmón, y la vencida debe conformarse con la Esteban Pollo en color caqui.
Una vez arrasada esa tienda, se entregan las bolsas al perchero cónyuge correspondiente y se procede a realizar el mismo ritual en otra tienda, a si hasta acabar con todas tras lo cual se debe regresar a la primera tienda a coger el modelo de la Esteban Pollo en color caqui, porque el salmón después de todo no combina con el color del cabello de la compradora.
Especie generalmente de raza humana, que se encargan de en todo momento atender con la mayor eficacia, rapidez y amabilidad a la clientela. La primera dependienta fue la fulana dama de compañía de Indi Tex (y de Excedencio, y de Culeté-Fresk y de Marujáh)
Las dependientas tienen el aspecto de mujeres jóvenes con altos moños (o en caso de la dependienta jefa peinado distintivo cardado), y traje ceremonial normalmente negro.
Suelen ayudar a la clientela con celebérrimas frases como: “Señora, podría abrirme el bolso un momento por favor”, “No eso es de la nueva colección, no tiene rebaja, pero ahora ya no lo deje mujer, que le queda fenomenal el color salmón con ese color de pelo” “No, solo hay las tallas que tenemos fuera” “De esos no quedan más, nos vienen el lunes” “Espera que te miro dentro a ver si tengo […] no, no quedan en marrón, solo en azul metalizado con lunares rosas, que también son muy bonitas, a mi me gustan más”
La dependienta comunis, se desplaza de un lado a otro del establecimiento con una tarjetita de identificación colgando del cuello y ochocientas prendas en la mano que mas tarde se encarga de colocar en los estantes mientras la compradora a la vez que lo va colocando lo va lanzando al aire para buscar la XL de el vestido Igartiburu Nocheviejero.
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