De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
Dícese del ser vivo más rico del planeta. Como era de esperar, se trata de un pato.
Don Gilito Scrooge Ramón María de la Sagrada Concepción del Divino Rosario Mc Pato nació en un lugar de la Pequeña Escocia de cuyo nombre no quiero acordarme. Siempre tuvo en mente las palabras de su anciano y sabio padre, "Si brilla, es que está limpio" que le sirvieron de mucho en su posterior vida como millonario. Pero, como es obvio, el trillonario no nace, se hace (aunque hay excepciones españolas que mejor no vamos a enumerar), y el cámino que Gilito tuvo que recorrer para llegar a eso fue largo y tedioso... Vale, al que no le gusten los caminos largos y tediosos que pase de este artículo.
Empezó como limpiabotas profesional y ganó su primera moneda de manos de un putón verbenero al cual le limpió los tacones (y, posteriormente, se los robó). Se alistó a un clan concienciado con el bienestar social, el Clan del Pié, liderado por Shreder, donde aprendió el noble arte de robar carteras en tres décimas de segundo, y sin que suenen las campanitas. Cuando llegó a la bonita edad de cinco años, era el terror del país, pues cartera que pasaba por la calle, cartera que desaparecía. Gilito recolectó la friolera de 32452 carteras en tan solo un mes de trabajo, pero Shreder trató de robárselas para la causa. Fue en ese momento donde Gilito empezó a demostrar su colosal amor por el vil metal, y, sacando fuerzas de su amor, le aplastó a Shreder la cabeza y lo estranguló con su propia capa, dejándolo malherido y con un trauma de mil cojones (quien quiera saber que consecuencias tuvo este trauma, que lea su artículo). Gilito, percatándose de su terrible acto, decidió abandonar el clan, eso sí, quedándose las carteras que con tanto cariño había sustraido (y la de Shreder, también).
Años más tarde, ya contaba con 399 acciones que subían sin parar (gracias a la ayuda de el Times en el Hit Parade de los tíos más asquerosamente ricos del mundo, pero quedó completamente defraudado al darse cuenta de que tan solo ocupaba el tercer puesto. Con gran determinación, como la que se espera en un lider de su talla, fue él mismo a los mitines de los dos desgraciados que se le anteponían, y, con sus artes ninja los machacó sin compasión alguna, tirándoles encima sus cajas fuertes llenas de dinero (que después se quedaría como buen inversor).
Bién, Gilito ya había cumplido 8 añitos y se había convertido en el tío más rico de todo el jodido planeta, ahora solo faltaba saber invertirlo sabiamente. El pato, con gran sabiduría, lo gastó todo en el Casino y lo perdió. ¿Se hundió por ello? ¡No! Nuestro Gilito era mucho Gilito, y, después de 10 años viviendo con lo que le pagaban los programas del corazón, resolvió reventar el casino (como represalia) y viajó a Alaska, donde estaba dispuesto a encontrar oro en plena Guerra Mundial.
Curiosamente, en Alaska hace mucho frío, y no da mucho gusto de ponerse a buscar en ríos a ver si das con piedras preciosas. Aún así, la fuerza de la avaricia (perdón, del amor) pudieron más que las necesidades biológicas de Gilito, y, después de entablar una profunda (e íntima) amistad con Rockefeller Duck, un amable personajillo tírano y despota que también buscaba fama y riqueza, le estafó con un plan fiscal al que él llamó "Plan Gil Pat Ipollas" y le dejó más pelado que a una rana. Para cuando Rockefeller se quiso dar cuenta de la traición, Gilito había cogido un tren hacia Mongolia, con un saco lleno de dinero, dejando a Rockefeller sin nada más que el recogedor de pepitas de oro.
Después de eso, poco hay que contar. Gil Pato vivió asquerosamente los 102 años posteriores junto con todo su dinero, convirtiéndose en un sedental que no abandonaba su mansión ni a tiros. Inventó algunos de los mayores entretenimientos productores de pasta que existen actualmente en el mundo, como el Champions League o el Reggaetón, y se bañaba con placer en su enorme búnker (patrimonio de la Segunda Guerra Mundial) al que él daba un mal uso y convertía en piscina llena de dinero, desarrollando una nueva disciplina olímpica, el Salto a la Banca, del que él es único maestro en el mundo.
Un tiempo después, supo que tenía sobrinos, y no solo eso, sino sobrinos de otros sobrinos. Dispuesto ya a madurar a sus 120 años, decidió hacerles una visita y se encargó de cuidar de sus tres recién descubiertos familiares: Jaimito, Jorgito y Juanito (o Hugo, Paco y Luís para los americanos); pero como su anterior tío, el pato Donald, era un impedimento, pues él también demandaba la paternidad, decidió alistarlo en la marina para no tener que soportarlo ni darle su herencia (grave error, pues fue ahí donde el Pato Donald aprendió las nociones básicas para convertirse en el líder que pronto se haría con medio mundo).
Actualmente, Gil Pato resuelve misterios y corre aventurillas absurdas y divertidas junto a sus tres sobrinos, un pelícano que vuela (con helicóptero) una gorda ama de casa, una cría monísima, un mayordomo masoca y un inventor medio cazurro; y ha empezado a descubrir el significado de la palabra "Otorrinolaringólogo", con lo que ahora es más feliz.
Todo el mundo sabe que la creación de este pato no es mas que un arma capitalista inventada por EE.UU., para mostrarnos que el dinero es lo más importante en la vida, y que si tienes tres sobrinos (Hugo, Paco y Luis), estos se irán a vivir con el tío que más dinero tenga, mientras que si tu eres como Donald, simplemente terminarás haciendo aseo en algún barco de la marina, y en los ratos libres harás el vital papel de ser el juguete sexual de la tripulación (que no son precisamente rubias voluptuosas), aunque siempre te quedará la opción de ser aspirante a dominar el mundo...
Autor(es):