Hiporonte

De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.

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Introducción al Hiporonte

El hiporonte es una especie de animal creado en laboratorio mediante un sencillamente complicado proceso, para el que se requiere un número indeterminado (pero muy grande) de toneladas de oro, así como el mismo número de toneladas de diamantes. La más leve variación en la fórmula puede alterar el resultado de un modo extravagante, siendo el más extraño de los resultados la aparición de un universo paralelo en el que los sombreros se llevaban en los pies y las hamburguesas se comían a las personas.

Fisionomía

El tamaño del hiporonte es exactamente la suma del tamaño medio de los hipopótamos y los rinocerontes existentes en la Tierra en el momento de su creación. Su peso no se puede saber, ya que las balanzas le producen la muerte, aunque se estima que pesa 1Kg exacto. Está compuesto de una masa informe de carne, que se va pudriendo a lo largo de sus 15 minutos de vida, un cuerno que le crece hacia adentro, y que termina por atravesarle el corazón, un rabo (resto de sus antepasados) que le produce un insufrible dolor, y un único ojo por el que realiza todas las funciones vitales. Ese ojo ha de estar permanentemente hidratado con agua extremadamente cara (mínimo 60 euros la botella), aplicada a presión, de lo contrario, el Hiporonte morirá. Destaca en el Hiporonte, que el sexo, al contrario que la gran mayoría de las especies, le causa un extraordinario dolor. Muere instantaneamente al contacto con seres humanos, y necesita encontrarse a una temperatura exacta de 14,332º, de lo contrario implota. Su ojo tiene unas extraordinarias cualidades de las cuales hablaremos más adelante. La esperanza de vida del Hiporonte es de 15 minutos exactos en unas condiciones perfectas. Tras ese tiempo muere debido a numerosas causas; el proceso de putrefacción se completa, el cuerno le atraviesa el corazón, y la duda en la que está sumido le produce la muerte cerebral (como explicaremos más adelante) Carece de esqueleto, por lo que un peso superior a 2Kg encima de él le produce también la muerte. Es fundamental para comprender la fisionomía del Hiporonte, que su corazón sirve únicamente para producirle la muerte (al ser atravesado por el cuerno), ya que el único riego sanguíneo se produce dentro del ojo (razón por la que se pudre el resto del cuerpo), y, es más, ni siquiera es sangre lo que circula por su ojo, sino una especie de mercurio sucio y profundamente desagradable.

Funciones vitales

Todas sus funciones vitales son realizadas a través de su único ojo ;caminar, respirar, alimentarse, reproducirse (a pesar de que es estéril y le produce un indescriptible dolor), sentir, pensar, comunicarse... Durante sus 15 minutos de vida el Hiporonte duda continuamente, sentimiento que manifiesta a través de un extraño gruñido, que podría ser otra de las múltiples causas de muerte que le acosan; las dudas que le atacan a cada momento desencadenan un proceso destructor en la parte correspondiente a un cerebro del ojo, que acaba con su muerte. En cuanto a la alimentación del Hiporonte, su permanente estado de duda le impide decidirse por un alimento en particular, por lo que la inanición se suma a la lista de causas de muerte de este peculiar animal.

Trascendencia

El ojo del Hiporonte produce ingentes cantidades de energía, si es usado correctamente. El proceso es el siguiente; el Hiporonte, al morir (de muerte natural) dispara su ojo mediante un extraño mecanismo; dónde caiga el ojo ha de construírse una central energética (o de lo contrario se sufrirá la ira de Dios), pero eso solo pueden hacerlo otros Hiporontes, por lo que se necesitan otros 100 Hiporontes, que con su trabajo conseguiran tapar el ojo con un montículo de tierra. Es importante mencionar que habrá que matar a esos Hiporontes antes de 15 minutos, pues de lo contrario sus ojos saldrían disparados y habría que construír nuevas centrales, bajo la amenaza de susfrir la ira de Dios. Para completar la central, sólo tenemos que conectar dos cables al montículo de tierra; uno por cada lado. Esa central produce energía suficiente para abastecer a 12 planetas Tierra.

Problemas

El coste del Hiporonte es extremadamente alto, como podemos deducir, y, además, su característica composición hace que huela muy mal, una especie de mezcla entre azufre y mierda (pero mucho peor), por lo que es extremadamente desagradable al sentido olfativo. Además, el contacto con el Hiporonte, a parte de producirle la muerte, provoca cáncer de testículos a quien le toca (incluso si es una mujer) Otro inconveniente de crear Hiporontes es que, tras finalizar el proceso, hay que quemar todo en 1Km a la redonda. Esto último no está científicamente probado que sirva para nada, pero es mejor pecar por exceso que por defecto. Además, en opinión del reconocidísimo filósofo, resolutor de dudas y sabio general el Dr. Guille, con todo el material que necesitamos para generar un Hiporonte, podríamos hacernos unos bonitos zapatos.