De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria. De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
«¿Me haces un plano de el mecanismo de esta cosa?»
~ Bush sobre un chupa-chups
Herramienta diseñada para entrenarse en el arte de la felación. Suele estar aderezado con sabores para hacer más amena la tarea y en ocasiones tiene chicle en su interior para incitar a morderlo y satisfacer nuestras fantasías más gores.
Como buena herramienta inventada en Espiña, es un invento de lo más estúpido, consistente en la mezcla de dos elementos ya inventados: un caramelo y un palo. La variante del chicle dentro es una digi-evolución del artículo, al utilizar tres elementos ya inventados.
Lo primero es contar con presupuesto para su adquisición. Para ello conviene hacernos con una licencia de armas, con un arma y con una persona a la que atracar. Opcionalmente pueden usarse vehículos. Si queremos ser espectaculares, deberemos recaudar mucho dinero para sobornar al vigilante de un banco y así poder atracarlo (al banco), para conseguir nuestros ansiados fondos. Atención: los simoleones YA no son de circulación en la Vía Láctea.
Una vez tengamos en nuestro poder el dinero, debemos acercarnos a un Centro Nacional de Distribución y Comercialización de Caramelos con Palito (cuyas siglas son K.I.O.S.K.O) y contactar con Darth Vader, quien nos propondrá un canje de monedas por el invento de marras. Entonces nos pedirá que cliqueemos Sí o No, pero al darle a Sí habrá que poner la clave de compra. Como estamos acostumbrados a bajarnos juegos de Internet no tendremos la clave; un reciente descubrimiento de Francisco Frasco desvela que si usamos la clave de Windows XP la transacción concluye satisfactoriamente.
Teniendo el chupa-chups en nuestro poder, primero deberemos guardar a Pikachu en la Pokéball para que no se dedique a orinar en todas las farolas de la calle. Libres de cargas externas, retiramos el envoltorio (también conocido como prepucio) y esperamos pacientemente a que se nos caiga al suelo, como dictan las leyes de la metafísica hiperbólico-cuantica de la energía nuclear, desarrollada en ensamblador por El Fary.
Consumado este último paso, deberemos volver a repetir el proceso. Este ciclo es lo que se conoce como el ciclo de la vida, convenientemente explicado en películas de cine de autor como Terminator 2 o El Conde Drácula.
Los chupa-chups tienen una gran variedad de utilidades. Entre ellas destacamos:
El chupa-chups de Luis Fernández el machote, ex-entrenador del Athletic de Bilbao, es el mismo siempre. Cuando Chuck Norris jugaba en el Athletic de Bilbao (marcó el gol que le dió la Copa Intergaláctica del año 1123), Luis Fernández le pidió un autógrafo. Chuck, por aquel entonces, no se limpiaba bien las orejas (sólo su cera es capaz de producirle sordera) y entendió que quería un autofelador. Como no le quedaba ninguno en el bolsillo decidió darle su chupa-chups. Dicen que hasta esa época Luis Fernández tenía voz de pito, pero la saliva de Chuck acumulada en el chupa-chups le dio voz de pollón.
El afamado entrenador holandés no era nadie cuando llegó al FC Barcelona. Su deseo de ser respetado se convirtió en pesadillas, en las que soñaba que un Joan Laporta de tan solo año y medio le destituía una y otra vez desde su cuna. Este trágico suceso le llevó a buscar una forma urgentísima de hacerse fuerte, y lo consiguió al ver la imagen de Luis Fernández el machote con un chupa-chups en la boca. Yojan decidió imitarlo, con los resultados ya conocidos: adicción al tabaco, aparición de apóstoles sin carisma como Luis Fangal o Fran Ráicar, y una presencia eterna e inevitable en los medios de comunicación.
Ansar también frecuentaba el consumo de chupa-chupss. Durante su época como Rey de Júpiter (7.200 A.C.) la falta de paella y de aliados estadounidenses le produjeron una fuerte depresión, que apunto estuvo de llevarlo al suicidio. El suicidio decidió huir al conocer la circunstancia, y esto agravó la depresión de Ansar. Ante esto, su médico le recetó caramelos con palito. La idea era que se entretuviera averiguando como usarlo (por aquél entonces no existía este artículo) y poder así deponerlo e instaurar una república. Sin embargo, Ansar pronto descubrió que podía degluir el chupa-chups (el muy bestia lo tragó con palito y todo) y sufrió una dependencia enorme hasta que Karlos Arguiñano le recordó que los chupa-chups eran rojos. Ese día perdió el vicio, el mono y el reinado.
Como anécdota, hay que señalar que todo colegio, instituto o facultad universitaria tiene un "chupa-chups". No es que sean señores calvos y por semejanza se le asocie con el estúpido invento español. Lo que sucede es que son el mismo ser: alienígenas, programados en MySQL embebido en una botella de Ribera del Duero, que controlan e intentan manipular a su conveniencia los centros de enseñanza de todos los países del Sistema Solar. Eso sí, si estos alienígenas se miraran un poco las leyes de enseñanza, por lo menos las de Espiña, abandonarían su tarea al ver la inutilidad de la misma.
Recientemente, una célula terrorista de Ala-Qaída fue detenida acusada de planificar un atentado contra Mariano Rasjoy, el Comandante en Jefe de los ejércitos opositores. El vil atentado consistitía en evitar que su voz volviera a sonar jamás en el Congreso, a través de la encarnizada estrategia de pegarle un chupa-chups en la barba, provocándole malestar en la misma y obligándole a entretenerse intentando retirarse el artilugio de su vello facial sin provocarse dolor, consumiendo así su tiempo de alocución.
De entre los restantes chupa-chupss, el más famoso es el de Nacho Vidal.
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